Aún cuando el
Gobierno de su país le prohíbe viajar a La Habana
Blum estuvo de otro
modo presente
Aunque no pudo viajar a La
Habana, debido a las restricciones que impone el Gobierno de su país
a los viajes a Cuba, William Blum fue arropado por los lectores que
colman día a día La Cabaña.
Su obra Asesinando la
esperanza, publicada por la Editorial Oriente, tuvo una cálida
recepción y una presentación de lujo.
El presidente de la
Asamblea Nacional del Poder Popular, Ricardo Alarcón, destacó cómo
Blum, ex funcionario del Departamento de Estado de EE.UU., analiza en
su libro los casos de intervenciones de la estadounidense Agencia
Central de Inteligencia y del Ejército de ese país desde la Segunda
Guerra Mundial.
La investigación de este
escritor va de la intervención de Grecia y China en los años 40 a la
situación actual caso por caso y, además, incluye una breve historia
de la Guerra Fría y el anticomunismo.
Alarcón señaló que
libros como estos contribuyen a despejar los huecos informativos que
existen en Estados Unidos.
Refiriéndose a un
fragmento del libro, acotó que en ese país, increíblemente, "personas
víctimas de un accidente nuclear en Nueva York no relacionaban la
palabra Hiroshima con nada, siendo esa una de las primeras veces que
se usó un arma atómica contra la humanidad y que precisamente lo
hizo su Gobierno".
También llamó la
atención sobre otro caso expuesto en el ensayo de Blum: 50 ciudadanos
de EE.UU. preseleccionados para ser jurados de un juicio de pena de
muerte, esos ciudadanos estadounidenses ignoraban quién era Hitler.
Severo crítico de la
guerra yanki en Iraq Blum ha dicho por estos días: "Si yo fuera
presidente, pondría fin a los atentados terroristas contra Estados
Unidos en unos cuantos días y para siempre. Primero me disculparía,
en forma pública y muy sincera, ante todas las viudas y huérfanos,
los empobrecidos y los torturados, y los millones de víctimas que ha
dejado el imperialismo estadounidense". (RC) |