Busca a los clásicos

VIRGINIA ALBERDI BENÍTEZ

Entre las tantísimas opciones que nos ofrece la Feria, me atrevo a recomendar una: buscar a los clásicos, a esos escritores confirmados por el paso del tiempo, muchas veces citados, pero no siempre leídos en profundidad.

William Shakespeare.

Arte y Literatura nos pone en la pista de la poesía de dos de los grandes nombres de todas las épocas: William Shakespeare (1564- 1616) y Dante Alighieri (1265- 1321). Del primero, una edición de Sonetos, y del italiano, su Vida nueva. Con ello la editorial cubana pone en manos del lector una faceta de estos notables sobre la que no se insiste en los programas académicos, donde por razones obvias Shakespeare es todo teatro y Dante queda en la monumental Divina comedia.

Sin embargo, en la tradición inglesa, el Shakespeare sonetista goza de enorme prestigio. Sobresale en su escritura una ironía coloquial sumamente sutil y, por momentos, una actitud autorreflexiva que permite sondear el alma del poeta., aun cuando aborda, en buena medida, sentimientos amatorios. Se corre el peligro de perder fuerza en la traducción, pero hay versiones rigurosas, como las del argentino Manuel Mujica Laínez, de la cual valga esta muestra: "Cuando haya muerto, llórame tan sólo / mientras escuches la campana triste, / anunciadora al mundo de mi fuga / del mundo vil hacia el gusano infame. // Y no evoques, si lees esta rima, / la mano que la escribe, pues te quiero / tanto que hasta tu olvido prefiriera / a saber que te amarga mi memoria. // Pero si acaso miras estos versos / cuando del barro nada me separe, / ni siquiera mi pobre nombre digas / y que tu amor conmigo se marchite, / para que el sabio en tu llorar no indague / y se burle de ti por el ausente".

Dante Alighieri.

Vida nueva fue la primera obra conocida de Dante hacia 1293, y en ella canta al ideal amoroso que le inspiró una noble dama florentina a quien nombra Beatriz. Se compone de poemas en forma de soneto y de canciones, entre los que se intercalan textos en prosa. Resume lo que se dio en llamar el dolce stil nuovo, la lengua literaria más refinada de la época en la península italiana, en la que se hace palpable una influencia trovadoresca.

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