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Japón y Holanda en busca de San Francisco Oscar Sánchez Serra, enviado especial TOKIO.—Pues ni Cuba ni Taipei de China, ganadores de sus grupos preliminares, pudieron vencer en la jornada inicial de la segunda ronda. Holanda y Japón, segundos en la fase anterior, dirimirán mañana el boleto directo a San Francisco para la etapa de los cuatro grandes del III Clásico Mundial de Béisbol.
Tanto los europeos como los anfitriones se ganaron el derecho a jugar en choque de invictos porque supieron revertir sus deficiencias de la fase precedente. Recordemos nuestra edición anterior. De Japón habíamos dicho: para ganar hay que batear y realmente lo está haciendo muy poco. Si le ocurre lo mismo aquí, sus posibilidades mermarían considerablemente, pese a actuar de anfitrión. De Holanda: Su problema es similar al de Japón, no está produciendo ofensivamente, pese a que esa es su principal cualidad. Para burlar este vaticinio le es imprescindible resarcirse de ese mal. Ambas escuadras produjeron más que sus rivales y pudieron salir victoriosas echando por tierra lo ocurrido anteriormente, para darles, con su calidad, un golpe a los pronósticos. El duelo de este domingo entre los vencedores planteará el mejor trabajo desde el montículo de los nipones ante una ofensiva de mucha fuerza de los holandeses. Las razones del éxito japonés ante los taipeianos, además, fue la capacidad de mantenerse pegados en el marcador hasta que en las postrimerías del choque batearon con facilidad el pitcheo adversario. Eso también les permitió desarrollar su juego táctico, cuya máxima expresión estuvo en el robo de base de Toritani, con dos outs, para anotar desde segunda por el jit de Ibata y empatar el desafío a tres carreras. En tanto, los holandeses serán protagonistas de la jornada dominical porque a lo dicho habría que agregar que frente a Cuba jugaron un béisbol total, de excelente defensa (cinco doble play), buen pitcheo y una maquinaria ofensiva casi perfecta en momentos claves. Produjeron con buen tacto, con fuerza y no fallaron ni un solo toque de bola. Cuando se embasan 21 hombres en un partido, a más de dos por entrada, se puede aspirar al triunfo. El de este domingo es un partido que se asume con el rigor de que el ganador estará ya asentado en el cuarteto vanguardista, pero con la oportunidad para el perdedor de volver a buscar la ansiada meta. Si Japón sale airoso, estaría por tercera vez en ese escenario y de hecho daría un paso importante en busca de revalidar su pergamino, o lo que es lo mismo, de coronarse por tercera vez en estos torneos. Si por el contrario Holanda emerge triunfadora, llegaría por primera ocasión. Del enfrentamiento entre los perdedores, ustedes, los lectores saben más que nosotros, pues cuando se cerró esta edición todavía no había comenzado ese duelo, que dejaría a uno fuera de la competencia.
9 de marzo de 2013 |