Oscar Sánchez Serra, enviado especial
FUKUOKA, Japón.—Admiración, reconocimiento y un gran espíritu de amistad fue lo que quiso expresar Sadaharu Oh, una leyenda viva del béisbol japonés y del mundo, al visitar en el banco de primera base al equipo cubano que participa en este III Clásico Mundial.
Sadaharu
Oh tuvo frases de elogio para Cepeda. foto: ricardo lópez hevia, enviado
especial
Apenas concluyó el encuentro ante Brasil, el hombre de los 868 jonrones en los campeonatos nipones, el mentor ganador con el equipo de esta ciudad, y quien tuvo el mérito de conducir a este país al título del primero de estos eventos en el 2006, dialogó con los jugadores cubanos, a quienes elogió no solo por su calidad, sino también por su disciplina.
Apenas concluyó el encuentro ante Brasil, el hombre de los 868 jonrones en los campeonatos nipones, el mentor ganador con el equipo de esta ciudad, y quien tuvo el mérito de conducir a este país al título del primero de estos eventos en el 2006, dialogó con los jugadores cubanos, a quienes elogió no solo por su calidad, sino también por su disciplina.
Particular atención le mereció Frederich Cepeda, a quien Oh, lo distinguió con un aparte. El destacado bateador espirituano le expresó que para él “es un honor que usted venga a saludarme, a interesarse por mí. Le agradezco mucho este gesto, pues todos conocemos su grandeza como pelotero y como ser humano. Lo pude ver en el I Clásico Mundial, cuando disputamos la final con su equipo, en juego que perdimos 10-6”.
En aquel desafío, Cepeda, con largo jonrón por el jardín izquierdo, puso el juego 6-5.
Oh le hizo saber su admiración por la manera en que se desempeña, por su calidad como bateador y por la modestia con la cual asume el rol de bujía inspiradora del plantel cubano.
Fue un momento especial, como especial viene siendo el paso de Cuba por esta aún joven lid, pero en la que ya los especialistas le han otorgado al elenco de la mayor de las Antillas la condición de equipo a derrotar.
4 de marzo de 2013
