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Un gigante dormido que se quiere
despertar YOSEL E. MARTÍNEZ CASTELLANOS Con grandes críticas se ha recibido la noticia del equipo que Estados Unidos presentará en el III Clásico Mundial de Béisbol. Diversos medios de ese país y de Latinoamérica han cuestionado el róster preliminar presentado por Joe Torre, manager del conjunto yanqui. Desde antes de la arrancada, el plantel norteño comienza a generar noticias nada halagüeñas.
Pese a contar en su nómina con tres MVP, un abridor galardonado con el Cy Young, varios guantes de oro, bates de plata, 16 todos estrellas, y el mejor cerrador de las Grandes Ligas en las dos últimas temporadas, la novena estadounidense no luce ampliamente como la más poderosa del certamen. Notables ausencias destacan en sus filas como son los casos del pitcher Justin Verlander, considerado el mejor del mundo, el jardinero Mike Trout, novato sensación de la última campaña, y los lanzadores zurdos Clayton Kershaw, Cliff Lee, David Price y C.C. Sabathia, sin dudas, los 4 mejores ases de la mal llamada mano equivocada. Otros que no confirmaron su presencia en el Clásico son los toleteros Buster Posey, Prince Fielder y Josh Hamilton. Mención aparte para el gran capitán Derek Jeter, operado a finales de octubre de su tobillo izquierdo, situación que no le permite estar en óptimas condiciones para disputar el torneo. Jeter mucho antes de lastimarse había manifestado su compromiso por representar a su país por tercera ocasión en estas lides. Ante tamaño reto, poco a poco, Joe Torre ha ido conformando su equipo. El otrora manager ganador de cuatro anillos de Serie Mundial con los Yankees de Nueva York, busca crear un conjunto sólido, compacto, que responda a las necesidades de cada situación en el juego. Torre tiene muy claro que esto no es un entrenamiento primaveral, una figura de su talla no aceptaría tan alta responsabilidad para dejar su credibilidad en evidencia. El Clásico no es un torneo de 162 partidos. El máximo de encuentros a jugar será de ocho o nueve para las selecciones que lleguen a la gran final. Entonces, de nada sirve tener a los tres mejores cátcher, a seis excelentes jardineros, ni a los 10 principales pitcher en tu nómina. Torre es consiente de esto, y quizás, sea la razón por la que no ha convocado a varias superestrellas, aunque es probable que alguna si haya rechazado su llamada. Por tanto no se debe criticar la selección confeccionada por él. La experiencia ha demostrado que en los dos certámenes anteriores, Estados Unidos armó un Dream Team -recuerden sobre todo el de 2006-, y no fue capaz siquiera de llegar a la gran final. Esta es una de las razones por la que se le debe dar un voto de confianza a este equipo. Apreciamos que salvo uno o dos jugadores el resto tiene el mérito para integrar el uniforme yanqui. Cierto es que aparecen nombres de jugadores que no conforman ni el quinto equipo de Estados Unidos, como son los casos de Ben Zobrist, Willie Bloomquist, Jonathan Lucroy, Ryan Vogelsong, Steve Cishek, Tim Collins y Shane Victorino, pero ellos están llamados para salir ante una determinada necesidad que se presente. Bloomquist, es un utility que puede jugar en todo el cuadro y en las dos bandas de los jardines en caso de una lesión de un compañero suyo. Victorino, sería ideal para robar bases, o correr por los corpulentos Joe Mauer, Mark Teixeira o Giancarlo Stanton. Lucroy, entraría a reforzar la receptoría tras la salida de Mauer. Zobrist, bateador ambidiestro y utility posee un OBP acumulado en sus últimas cuatro campañas de 370, gracias a su habilidad para obtener boletos, además tiene fuerza en su muñecas, como lo reflejan sus 20 cuadrangulares en cada una de las dos últimas temporadas con el equipo Tampa Bay. En el caso del pitcheo abridor, la presencia de Vogelsong a lo mejor se debe porque es un abridor que militó cuatro años en el béisbol profesional japonés (2006-2010). De llegar a una semifinal frente a un rival asiático es muy probable que opten por darle la pelota a Vogelsong. Destacar que el derecho del equipo San Francisco lanzó muy bien durante 2012, en los play off; en cuatro presentaciones, obtuvo marca de tres victorias sin derrotas, y 1.09 de efectividad. Del cuerpo de relevos llama la atención Cishek, relevista lateral diestro. Su forma de pitchear es perfecta para frenar a un par de bateadores derechos en una entrada complicada. Por su parte, el siniestro Collins, pese a su juventud y a sus 3.36 de limpias, otorgó 93 ponches en 69,2 de innings, ideal para utilizarlo frente a una tanda zurda como la canadiense. Como una paciente hormiga obrera, Torre ha ido elaborando su equipo. En declaraciones a ESPNdeportesLosAngeles.com, dijo que: "He hablado con todos estos peloteros y sentí una gran emoción de su parte por representar a Estados Unidos en el Clásico Mundial de Béisbol. Comparto su emoción y espero con ansias el estar al frente de este talentoso grupo en marzo". El eslabón débil Aunque parezca una locura decirlo el pitcheo abridor luce como el punto flaco de esta escuadra. Ninguno de los 10 principales abridores con que cuenta Estados Unidos en los últimos años aparece en la lista, Cierto es que tienen a R.A.Dickey, quién vino en el 2012, con 38 años, a tener su mejor temporada válido para adueñarse del Cy Young. El problema radica en que Dickey es un especialista en la bola de nudillos, lanzamiento muy complejo, que sino se domina durante un partido se convierte en presa fácil de los bateadores.
Gio González aparece como numero dos en la rotación. El zurdo de los Nacionales de Washington viene de una gran actuación en la última campaña; pero la aparición de su nombre recientemente vinculado a un nuevo escándalo de dopaje en las mayores podría desviar su concentración del terreno de juego. El cuarto abridor será Derek Holland, lanzador de condiciones, pero que no acaba de cuajar en la Gran Carpa. Su alto promedio de limpias de 4.67 hacen dudar el porqué de su inclusión y no la de otro pitcher. El punto fuerte A pesar de los cuestionamientos el equipo posee mucha fortaleza en varios renglones. Entiéndase el poder ofensivo de sus jardineros, una excelente defensa de su cuadro interior (14 guantes de oro), y la profundidad y especialización de sus 10 relevistas. Pero todo ello deberá ser manejado de forma certera, quizás, la diferencia la haga su manager, Joe Torre. Acostumbrado a jugar con presión, a tener a la prensa y a la fanaticada encima, lidiar día a día con estrellas rotulantes como Alex Rodríguez, Jeter, Mariano Rivera, Roger Clemens, no será nada nuevo para el otrora capataz de los Yanquees de Nueva York. La experiencia acumulada en Grandes Ligas le servirá de mucha ayuda a Torre, quién ya dio un paso firme en sus intensiones de conquistar el Clásico, al señalar que prefiere contar en su novena con hombres comprometidos con la causa estadounidense, y no con aquellos que ven el certamen como una relajación ante la rigurosidad de los entrenamientos de primavera. Con dos fracasos en las incursiones anteriores, Estados Unidos busca saldar su deuda en un torneo creado por ellos. Torre espera sacar el máximo de sus muchachos en los momentos cruciales de cada partido. Atrás deberán dejar el orgullo de creerse que son los mejores en un deporte que ha acortado las distancias entre las naciones que lo practican. 27 de febrero de 2013 |