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Australia busca conseguir un salto de
Canguro YOSEL E. MARTÍNEZ CASTELLANOS Como los canguros deberán los australianos competir en el III Clásico Mundial de Béisbol. Si quieren superar la primera fase deberán dar un enorme salto cualitativo. Imponerse a China Taipéi y Holanda constituirá una tarea de vida o muerte para ellos. Pese a no contar con grandes estrellas los discípulos del manager Jon Deeble dominan perfectamente los fundamentos técnico-tácticos del béisbol.
Pese a contar con una de las nóminas más jóvenes del torneo (12 jugadores tienen menos de 25 años), los australianos serán un rival difícil para sus tres adversarios, cuyo calendario se realizará entre el 2 y el 5 de marzo. Algunos medios le pronostican que serán últimos de su llave, pero la realidad ha demostrado infinidad de veces que los juegos se ganan en el terreno y no en las hojas de papel.Así llega Australia al Grupo B con etiqueta de "Cenicienta". No obstante, cuenta en su nómina con varios peloteros insertados en organizaciones de Grandes Ligas, la mayoría en las menores, pero con una gran cantidad de juegos a sus espaldas, solo de los convocados el infielder Luke Hughes militó en la Gran Carpa en 2012. Australia pudo redondear un mejor equipo si hubiera podido incluir a los lanzadores Meter Moylan, Grant Balfour y Travis Blackley. Sus ausencias se harán notar en un certamen en el que es necesario contar con buenos relevistas debido al límite de envíos hacia la goma. El eslabón débil Una de las inquietudes que pueden afrontar los australianos radica en su pitcheo abridor. En la plantilla no sobresale un as como lo tienen otros equipos. Sin embargo, los posibles iniciadores pueden ser Shane Lindsay, Chris Oxspring y Ryan Rowland-Smith, quienes tienen el oficio necesario para cumplir con el papel que se les ha asignado.
Otro factor que puede pasarles factura es ser un equipo extremadamente joven. No dudamos que dentro de sus filas haya talento, pero no será ahora el momento para que estos muchachos demuestren ser unas estrellas del firmamento beisbolero. La cantidad de zurdos en la alineación ofensiva es otro de los renglones que pueden pasarles factura. Si los equipos contrarios deciden ponerles enfrente a lanzadores de la mal llamada mano equivocada, los muchachos de Deeble pueden beber unos cuantos ratos amargos. El punto fuerte Pese a los malos augurios que se les pronostica a los australianos en el torneo, su bateo puede hacer mucho daño si se lo proponen. El camarero Brad Harman, la tercera base Luke Hughes, el inicialista Justin Huber y el jardinero Chris Snelling llevarán en sus brazos el peso ofensivo de la escuadra oceánica.Por la calidad de sus bateadores más de un susto pueden hacer pasar a sus contrarios. En el clásico anterior impusieron récord para la competencia de 22 hits en la paliza que le infligieron a México 17-7. En días recientes los vimos jugar contra Cuba y su bateo no lució nada mal. Mostraron gran disciplina en el plato y saben exprimir al máximo a los lanzadores, al menos a los cubanos. En las dos presentaciones de los clásicos anteriores, Australia solo sumó una victoria, precisamente la alcanzada frente a los mexicanos. Esta vez el camino luce complicado pero este elenco jugará sin presión. Por tanto, un salto hacia la segunda ronda no parece tan descabellado, si ellos logran jugar de forma sólida. De sorpresas está llena la vida y los australianos creen que es posible. 27 de febrero de 2013 |