Más allá de los pesares Tensa porfía. Un revés en softbol. Declaraciones de Rene Roch, presidente de la FIE. Los clavadistas dividieron el oro con las mexicanas RAFAEL PÉREZ VALDÉS, Enviado especial
Estamos escribiendo de una lucha a brazo partido contra los venezolanos, que se tradujo en siete medallas de oro para Cuba, y cinco para los sudamericanos, los dos únicos países que pudieron alcanzar coronas. Lo escrito antes en estas páginas fue confirmado en las pistas: la cita de Maracaibo’98, en que se ensartaron las diez preseas de oro en disputa, es, actualmente, historia antigua. Haber dominado otra vez en las estocadas, con mezcla de calidad en algunas armas, y de mucha voluntad en todas, viene convoyado con la necesidad de un replanteo estratégico de cara al futuro, lo cual, al calor de lo visto hasta ahora aquí, llegará seguramente más allá de la esgrima, pues algunos deportes han cedido terreno. Vayamos a lo de ayer: el duelo en el sable masculino fue reñido al principio, se llegó a estar abajo en el segundo asalto, pues se perdía 4-5, pero Daylon Díaz, subcampeón aquí, se las ingenió para dar una ventaja que no se perdió más. En el penúltimo Yunior Naranjo dejó un 40-36. ¿Quiénes iban a cerrar: Díaz contra el experimentado Carlos Bravo, monarca de esta edición? El cubano soportó bien el embate, y pese a ceder 5-6, pudo llevar la pizarra al definitivo 45-42: "Lo que pensé minutos antes de ese combate fue no desesperarme. Él es chiquito, muy rápido, con muy buena táctica. Lo que intenté fue en olvidarme de todo lo anterior, y concentrarme en ese combate", dijo para los lectores de Granma. Los otros integrantes del elenco fueron Julio Bello e Ismel Larduet, quien en funciones de tirador de cambió no alineó en la final. Y los deseos no le alcanzaron a las floretistas (Yasnay Vargas, Annis Hechavarría, Misleidys Compañy, Adriagne Ribox) para alcanzar el último título: cayeron ante las sudamericanas, 39-20. DOS SIN ESPADAS
Dos cubanos estuvieron en las finales de natación: el espaldista David Rodríguez (58.38 segundos, cuarto en los 100) y el librista Antonio Hernández (51.86, séptimo en los 100), deporte que concluirá hoy tras una jornada en la cual volvió a brillar la costarricense Claudia Poll, campeona olímpica de Atlanta’96. OTRA CON ESPADAS
—No sabíamos que vendría a Cartagena. "Llegué para una reunión de la confederación regional, y para ver las competencias." —¿Qué le pareció la competencia? "Muy buena, con buena organización, y creo que los tiradores de Centroamérica son más fuertes que antes. Cuba es muy fuerte, como de costumbre, pero antes estaba sola, y ahora hay otros." —Le estuvo saliendo más difícil a Cuba esta porfía de lo tradicional, ¿no le parece que es también porque ha ido un poquito hacia atrás? "Un poquito, pero también es que los demás son más fuertes, Venezuela ha venido muy fuerte, y Colombia también." UN VISTAZO AL CLAVADOS
Hubo que apelar, buscando el desempate, a las preseas de plata, aspecto en el cual los mexicanos lograron mejores resultados, pues en total acumularon 3-3-2=8, por 3-0-1=4 de los cubanos. Otros países con metales, ya ninguno dorado, fueron Venezuela (0-2-1=3), Colombia (0-1-1=2), y Puerto Rico (0-0-1=1). El único que pudo ganar dos medallas de oro fue el cubano José Antonio Guerra, dueño del trampolín de tres metros y la plataforma, en tanto su compatriota Erick Fornaris dominó el trampolín de uno. Claro: el "talón de Aquiles" estuvo en el femenino, que solo pudo aportar una medalla, la de bronce de Sahily Martínez desde la plataforma, pero ello estaba dentro de lo previsto. El fin de semana promete convertirse en una piñata llena de interés. 21 de julio |
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Redacción Deportiva y Equipo de Ediciones Digitales del Periódico Granma
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