Fornaris entre dos aguas Ganó el trampolín de un metro. Cuatro medallas en la esgrima, ninguna de oro. Heisy Villarreal quinta en la final de los 50 mariposa. Los softbolistas se impusieron en un partido muy reñido RAFAEL PÉREZ VALDÉS CARTAGENA.—Una corona verdaderamente pasada por agua, ¡y ganada en el último salto!, pues hasta ese momento iba segundo, pudo lograr ayer el clavadista cubano Erick Fornaris, desde el trampolín de un metro, en el Centro Acuático. La competencia se efectuó con llovizna, pero luego la pila se abrió un poco más, y, a pesar de ello se continuó… hasta que debió detenerse en la quinta ronda. Un poco después, tras la obligada interrupción, Fornaris pudo estilarse hasta la medalla de oro. Y lo hizo estableciendo marca personal (395.55), para dejar con las ganas al mexicano Rommel Pacheco (377.70), finalista en el Campeonato Mundial de Montreal’05, que ya había sido dejado en plata, pues la historia se vivió antes desde el trampolín de tres metros, ganado por el también cubano José Antonio Guerra. El bronce ahora fue al cuello del venezolano Luis Villarroel (368.95). Jorge Luis Pupo (328.30) quedó octavo. "Creo que la lluvia añadió tensión. Entre nosotros gana el que mejor esté. Me concentré para ganar en el último salto", dijo Fornaris. La citada lluvia no permitió celebrar el evento de plataforma (f), el cual fue aplazado para hoy. Los esgrimistas ensartaron cuatro medallas ayer en el Centro de Convenciones, pero por primera ocasión, en los tres días de combates, ninguna de ellas resultó dorada: hubo dos de plata, e igual cantidad de bronce, lo cual significa, vamos a verle un lado positivo, que los cuatro en concurso lograron salir con preseas. Sí… el inconveniente es que este deporte se terminó de empatar, con tres medallas de oro para Venezuela (ayer ganó las dos), e igual cantidad para nuestro país, que se supone llega con mayores posibilidades a partir de hoy a las competencias por equipos. En sable Daylon Díaz le dio pelea al conocido venezolano Carlos Bravo, de los aquí presentes el mejor ubicado en el ranking mundial (puesto 65), campeón también en la edición anterior de San Salvador’02, subcampeón panamericano en Santo Domingo’03. La pizarra dejó reflejado un estrecho marcador de 15-13. "Todos han levantado el nivel. Venezuela se nos ha emparejado. Me sentí bien hasta el final. Bravo es un buen tirador, con resultados a nivel internacional. Me tocó a mi la derrota", acotó Díaz. Una de las de bronce la obtuvo Junior Naranjo (derrotado en semifinales 15-12 por Díaz), quien nos dijo antes de ir para la premiación: "No estoy contento, porque Cuba no llegó al oro". El florete femenino parecía listo para dar la máxima alegría: en un abrir y cerrar de ojos, discutiendo el oro, Yasnay Vargas le propinó cinco golpes a la venezolana Mariana González, monarca de San Salvador’02, y parecía haberse montado en una bicicleta. Entonces la sudamericana se montó en un tren, y demostró mejor esgrima, hasta redondear un espeluznante 7-15, que dejó llorando a nuestra chica, quien prometió revancha en el por equipos: "Lo vamos a dar todo en esa competencia…" La sudamericana lo vio así: "Estaba superfatigada, por un desbalance físico. Aproveché muy bien el descanso entre mangas para reencontrarme. Era una lucha interna. Me decía: ´Esto no ha terminado´. Ese minuto me sirvió de mucho, a Vargas no. Ella es una gran competidora, entre nosotras siempre se han dado combates reñidos. Mis respetos para ella." ¿Cómo se puede perder un asalto que se va ganando 5-0?, le preguntamos al entrenador Leonel Bacallao: "Muy sencillo: el juego de Yasnay fue detectado por la venezolana, que es una tiradora de nivel. Las faltas salen en algún momento, alguna cosa que no se haga. También pudiéramos preguntarnos: ¿cómo le dio cinco golpes consecutivos?" La nadadora Heisy Villarreal hizo un buen esfuerzo en los 50 metros mariposa: por la mañana entró a la final como séptima, y luego en la final se ubicó quinta, pese a su record nacional de 29.12 segundos, mejor que un 29.21 que databa del año 1988. El equipo masculino de softbol tuvo un partido muy reñido contra los mexicanos, que no aparecen entre los favoritos, pero se las ingeniaron en el último capítulo para romper un empate a cero y dejar al campo a sus rivales. Antes el lanzador Alaín Román había trabajado muy bien durante seis capítulos, y luego el zurdo Yusbel Plutín, quien ha pitcheado en los tres juegos, realizó efectivo relevo. ¿Cómo fue el desenlace? Hit de Alejandro Leal (fue a correr Alexei Tejeda), pasbol y tubey impulsor de Guillermo Márquez. La larga tensión había terminado. Entonces… ¡los cubanos salieron al terreno a formar su justificada fiesta! 18 de julio |
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Redacción Deportiva y Equipo de Ediciones Digitales del Periódico Granma
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