No hubo casualidad con Zuleydis

Un buen éxito en espada (f). El florete (m) no pudo llegar al podio

RAFAEL PÉREZ VALDÉS, Enviado especial

CARTAGENA.—Hace un mes, en La Habana, la cubana Zuleydis Ortiz se ubicó entre las ocho finalistas del Gran Premio (en definitiva séptima), entre 14 de las 16 primeras del ranking mundial, y envío un mensaje: este domingo ganaría su primera corona regional.

Si analizamos los resultados solo tuvo un momento complicado aquí en el Centro de Convenciones: cuando tuvo que imponerse 15 estocadas a 14 a la boricua Mariangely Moreno, en el penúltimo combate de la jornada, el que permitía ya asegurar bronce.

Luego doblegó 15-4 a su reaparecida compatriota Eimey Gómez, monarca individual y por equipos de los Juegos Panamericanos de Santo Domingo’03, quien dio a luz a finales de año, y hubiera podido llegar a plata de no haberse encontrado tal escollo en las semifinales.

La santiaguera dominó en la final, 15-8, a la panameña Jessica Jiménez, para redondear así el cuarto título cubano en seis apariciones de esta arma en la historia de estos juegos.

El par de excepciones ocurrieron con las victorias de la mexicana Georgina Simón, en la edición de Ponce’93, y la colombiana Ángela Espinosa, en San Salvador´02, justa a la que no asistieron deportistas de nuestro país, y de la que ahora en la espada (f) no repitió ninguna de las medallistas de entonces.

Ortiz, visiblemente muy feliz, comentó: "No creo que el nivel de la competencia haya sido bajo. Espero la victoria sirva para continuar reinsertando a nuestro deporte. Y me alegra mucho haberle dado este éxito a nuestro pueblo", le indicó al colega Roberto Ramírez.

El que si repitió la sonrisa de cuatro años atrás fue el floretista venezolano Carlos Rodríguez (entonces también oro por equipos) al vencer 15-8 al mexicano Edgar Chumacera, en una prueba en la que los cubanos Daimar Arteaga y Abraham O´Reilly perdieron en el cuadro de los ocho finalistas, y quedaron sin medallas.

Hoy, en la segunda jornada de la esgrima, tendremos la espada (m) y el sable (f).