Una ciudad para ciegos Hay un lugar, en la 9na. Bienal de La Habana, muy especial. Se trata de la muestra Ciudad para ciegos, del artista cubano Arturo Montoto, abierta en el Museo de Arte Colonial (Plaza de la Catedral). Un título puede o no decir mucho, el hecho en sí, es singular. El pintor, dibujante, grabador, escultor, muralista y fotógrafo, se ha expresado en grande en esta oportunidad. No es una muestra más de artes plásticas, es una exposición original, humana, abierta a todos en plural, incluso a aquellos que no pueden ver la luz del sol. Ahí está el magisterio de esta obra, que como dice su autor "es doblemente ambigua porque escinde el ámbito de la escritura del ámbito figural; pero también dibuja el aparente abismo entre lo representado y su significancia convenida. Esta ambigüedad se da para el vidente, quien no puede escapar a la "lectura" predispuesta de la imagen, frente a la cual, en este proyecto se frustra. No así el invidente, quien nos puede orientar ahora a encontrar una salida en el laberinto de las descripciones verbales... Pero es más que una ciudad, lo que el espectador podrá encontrar en las obras que yacen en la cámara oscura, como en un mapa táctil se contornean las formas... "Cuando Arturo Montoto desplegó ante mí la gran narrativa de su proyecto, pensé de inmediato en un laberinto, dice Graziella Pogolotti en las palabras del catálogo, dispuesto a imponer al visitante la materialidad concreta de los obstáculos y el imaginario táctil de los espacios de la ciudad... La sobredimensión volumétrica de la escritura Braille metaforiza la lectura en dos planos textuales diferentes. El desciframiento de la letra se hiperboliza en la lectura del texto múltiple de la ciudad, reconocible en sus muros rugosos... La ambivalencia del título tiene numerosas resonancias... Ciego es el invidente, pero también el que no sabe mirar y transita indiferente a través del laberinto urbano...". Una obra para aprehender en toda su dimensión humana, hermoso regalo de Bienal. |