BEIJING.—
A veces en esta profesión se tiene suerte. O, al menos un poco. Y a los
pocos minutos de haber entrado en la Villa Olímpica, coincidimos con la
selección nacional de béisbol, acabada de llegar de Corea del Sur en un
vuelo de hora y media entre Seúl y esta capital.
Indagamos por el mentor Antonio Pacheco, tomamos el
elevador y lo encontramos en el vestíbulo de su apartamento, en el
quinto piso de la Torre 1. Los saludos de rigor y, acto seguido, las
preguntas.
¿Cómo fueron las condiciones en Sudcorea?
Puedo decirte que excelentes. Los sudcoreanos poseen un
magnífico centro de entrenamiento, con dos terrenos, gimnasios y todo lo
necesario para entrenar en condiciones. Aprovechamos el tiempo al
máximo, no se perdió ni un minuto.
Ha sido un largo proceso de preparación. ¿Cómo lo
evalúas?
Muy bueno, hemos podido efectuar 24 partidos de
preparación con rivales de distinto nivel: el Huelga, los
norteamericanos del Santa Bárbara, el torneo de Haarlem y ahora seis
juegos más. El balance fue de 20 triunfos y 4 reveses, excelente si se
tiene en cuenta que el equipo atravesó por diferentes etapas, una de
ellas muy cargada de trabajo.
Tengo entendido que hay dos cambios.
Si, salieron Yulieski González y Yunieski Maya y
entraron el zurdo Elier Sánchez y el derecho Miguel Lahera. Es bueno
aclarar que el 22 de julio fue la fecha señalada por el Comité
Organizador para presentar las nóminas de todos los deportes colectivos,
pero que estas se oficializan el día del congresillo técnico de cada
disciplina, en nuestro caso el 11 de agosto.
Fue una decisión difícil, pero tanto Elier como Lahera
demostraron estar en mejor forma. El zurdo ya anda por las 93 millas y
Lahera tiró rectas de 97 millas en Sudcorea. Él será el segundo
relevista corto, una gran ayuda para Lazo quien no puede salir a
trabajar todos los días.
Hay preocupación en Cuba después del último revés.
Lo comprendo, nuestra afición es exigente y está
acostumbrada a vernos ganar. Pero quisiera que transmitieras un mensaje
de confianza. Este equipo ya está en forma, el revés es parte del juego
y sirve para analizar deficiencias. Por ejemplo, esa derrota nos envió
un alerta: no nos podemos confiar. Los sudcoreanos tienen un gran
conjunto, con lanzadores que no bajan de las 90 millas y buenos
bateadores. No son solo los norteamericanos y los japoneses los rivales
de cuidado. Aquí todo el mundo llega preparado y con ansias de una
medalla.
¿Algo más?
Si, estamos tratando de concertar un par de juegos aquí
antes del inicio. Para no perder el ritmo, algo muy importante. Mi
filosofía es la de tener unidad, pensamiento táctico y un conocimiento
lo más exacto posible de los rivales. Con esos tres elementos saldremos
al terreno en busca de la victoria que tanto anhela nuestro pueblo.
8 de agosto