ROMA.—
El Papa Benedicto XVI afirmó que los Juegos Olímpicos de Beijing-2008
pueden constituir un ejemplo de la dignidad humana y la coexistencia
pacífica. "Que los deportes nuevamente sean símbolo de fraternidad y paz
entre las personas", proclamó el Sumo pontífice ante miles de personas
en la localidad italiana de Bressanone, desde donde envió sus mejores
deseos para que China organice unas exitosas Olimpiadas. "Seguiré este
gran evento deportivo, el más importante y esperado a nivel mundial, con
afición", agregó. (PL)
4 de agosto