BEIJING.— Por primera vez la familia olímpica vio el
cielo azul sobre Beijing en la mañana de este sábado cuando las
delegaciones comenzaron a llegar aquí para los XXIX Juegos.
El panorama climatológico no solo es alentador para
organizadores y visitantes, sino que parece confirmar los pronósticos de
los chinos del "buen tiempo" durante el certamen. La densa bruma de los
días precedentes era causada por el "inusualmente prolongado clima con
demasiado calor y humedad".
De todas maneras, las autoridades locales han expresado
que aumentarán las medidas, de ser necesarias, para mejorar la calidad
del aire, sin embargo, el indicio de este sábado les hará respirar con
más tranquilidad.
China ha hecho un gran esfuerzo en este sentido: ha
suspendido la circulación diaria de alrededor de la mitad de los 3.3
millones de automóviles que transitan por las calles de Beijing, al
emplear un sistema de matrículas pares o impares en días alternos. Cerró
decenas de fábricas dentro y en la periferia de la capital, en tanto
podría continuar reduciendo el tráfico de carros por las avenidas y
rebajar drásticamente la producción de más de 220 fábricas.
Al margen de la situación objetiva del clima, analistas
estiman que el hecho ha sido sobredimensionado por Occidente, después
del fracaso de otras campañas contra el éxito de los Juegos Olímpicos en
Beijing.