BEIJING.—Al quedar fuera durante las clasificaciones los grandes
favoritos y poseedores de la primera (Kaki) y la segunda marcas del año
(Borzakowski, también campeón olímpico defensor), aumentaron todavía más
las expectativas en torno a que Yeimer López pudiera alcanzar una
posición entre los medallistas en los 800 metros planos del certamen
olímpico de atletismo.
Porque tenía el cuarto mejor resultado, un magnífico 1:43.07. Pero el
corredor granmense del municipio de Buey Arriba continúa sin resolver
sus problemas tácticos en una prueba donde el buen juicio es
imprescindible tanto como tener recursos físicos, los cuales ha
demostrado.
Corrió por fuera todo el tiempo y no tuvo fuerzas para soportar el
embalaje final de sus contrarios, quedándose en el sexto lugar con
discreto tiempo de 1:45.88, el cual superó al menos tres veces durante
la preparación europea.
Está desconsolado y apenas quiere hablar, con la cabeza baja,
sudoroso aún, admite la táctica errada, pues "corrí por la dos, más de
800 metros" y agrega que "lo único que tengo que decir es que estoy muy
triste y que no tengo ánimo para nada".
En definitiva las medallas se las distribuyeron el keniano Wilfred
Bungei (1:44.65), quien punteó todo el tiempo e hizo su mejor marca del
año; el sudanés Ismail A. Ismail (1:44.70) y otro keniano, Alfred K.
Yergo (1:44.82)
Una hora después todo era felicidad en la cuarteta femenina de 4 x
400, pues igualó la mejor figuración histórica de Cuba en la prueba con
un… ¡sexto lugar!
Además, hizo trizas el récord nacional que databa de aquella ocasión,
Atlanta 1996, cuando el cierre estuvo a cargo de la estelarísima Ana
Fidelia Quirot.
Aquel crono era de 3:24.23 y en la clasificación del viernes lo
pusieron en "baño de María" con el crono de 3:25.46, advirtiéndose que
se trataba del segundo mejor de la historia, por delante del 3:29. 47
que valió el octavo lugar en Sydney 2000 y paren de contar las veces que
hemos tenido relevo largo finalista olímpico. Por cierto, ese octavo
lugar está pendiente de convertirse en séptimo por la descalificación de
Marion Jones y el relevo de Estados Unidos.
Roxana Díaz, Zulia Calatayud, e Indira Terrero corrieron
separadamente aquí y no tuvieron la fortuna de llegar a las respectivas
finales de 200, 800 y 400 metros planos, pruebas de las que son
especialistas.
Pero fíjense si en la unión está la fuerza que junto a la bisoña
Susana Clement (tercer tramo) acaban de convertirse en finalistas,
aportar puntos para el equipo con un sexto lugar, y además protagonizar
en paralelo el hecho histórico del récord.
Todas estaban muy contentas de haber cumplido aquí su meta, Roxana en
su primera incursión en el relevo largo, tentada a cambiarse para esa
distancia; Susana deslumbrada en su juventud por haber llegado tan
rápido a una final olímpica, Zulia e Indira no menos satisfechas.
¡Qué diferentes sextos lugares! Son las cosas del deporte.
Contrastes de los que pululan en la pista atlética.