Dayron
Robles respaldó las aspiraciones de cada cubano al coronarse campeón
olímpico este 21 de agosto en la ciudad china de Beijing que vio como el
muchacho de Guantánamo ratificaba su clase en los 110 con vallas,
confirmando que es el número uno del mundo.
Su tiempo de 12,94 es un regalo para la Mayor de las Antillas y para
el atletismo mundial, pues es la quinta vez que baja de los 13 segundos
en la temporada, a pesar de la pista húmeda por la lluvia de la mañana
en el estadio Nido de Pájaro.
Dayron dominó la carrera de punta a punta, o para ser más preciso
desde el ataque a la primera valla, pese a que tuvo, el séptimo tiempo
de reacción en la arrancada entre los ocho finalistas. Sin embargo, su
vuelo sobre las vallas fue perfecto, el sincronismo de sus piernas
exacto, tanto que al pasar el último obstáculo se dio el lujo de
comenzar a festejar su esperada victoria, razón por la que 12,94, pese a
ser un tiempo de lujo, pudo ser mejor. Pero él buscaba su la medalla
para su pueblo, no corrió en busca de un récord, no lo hizo para
vanagloriarse, sino para cumplir con todos los corazones que junto él
latían tras cada paso hacia la meta.
Pero también cumplió con el pueblo chino, pues tras la lamentable
retirada del astro Liu Xiang, que frustró el duelo más esperado de estos
juegos, el planeta y China toda puso lo ojos en el otro protagonistas y
tampoco les falló.