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jueves 21 de agosto del 2008
Actualizado 2:30 p.m. hora local
De
Robles es también el Olimpo
ENRIQUE MONTESINOS, ENVIADO ESPECIAL
BEIJING.—
Apenas a
los 21 años de edad Dayron Robles ha disfrutado en carne propia este
jueves lo que significa la gloria olímpica.
Un memorable triunfo, en un fenomenal estadio y en unos inolvidables
Juegos.
Corrió rápido y a la vez con seguridad sobre las vallas situadas a lo
largo de 110 metros y nadie fue capaz de hacerle peligrar el oro, que
conquistó con sobresaliente tiempo de 12.93, nada menos que su quinto
del año por debajo de 13 segundos. Inédito.
Tras la carrera se produjo una larga saga de entrevistas o de
solicitud de opiniones y fueron tantas que hasta hubo que interrumpirlas
para cumplir con la ceremonia de premiación. Más de una hora después fue
que lo tuvimos delante los latinos de la prensa plana y las agencias.
La ausencia de Liu Xiang fue tema obligado de nuevo.
Dijo
estar seguro de que él quería estar aquí más que nadie, que eso era
parte del espectáculo esperado por todos, pero que le deseaba su
recuperación para seguir en el combate, para continuar dando shows, y
vaticinando que todavía les quedaba a ambos mucho tiempo para seguir por
ahí en las competencias.
No pudo precisar hasta donde llegará Dayron. "No lo sé, yo sigo
trabajando"
Sobre un posible récord expresó que realmente lo único que quería era
asegurar su carrera, "porque son vallas, no es plano y cualquier cosa
podía suceder", ejemplificando con casos de atletas que han ido con
tremenda velocidad y todo se ha malogrado al chocar con la última valla.
"Lo mío siempre fue llegar a la meta, no buscar el récord mundial",
enfatizó
Envió un saludo muy grande a su amigo, y anterior campeón olímpico
Anier García (Sydney 2000), y "decirle que continúo el trabajo que él
dejó".
En cuanto a si se consideraba el número uno, aseguró que ahora sí,
porque además de poseer el récord mundial era también campeón olímpico,
aunque tuvo palabras de elogio para sus grandes rivales que siempre iban
a estar al acecho: los de Estados Unidos y el chino, "que es un hombre
tan grande como China en el deporte".
Y sobre la medalla indicó que "Esta es la que yo necesitaba. Ya la
tengo aquí, Y todo el que habló…"
"Siempre
estuve muy tranquilo aquí, sabía de mis posibilidades y me mantuve así,
Tranquilo. A mi mamá le mando un beso grandísimo, que ella es mi
principal inspiración, a mi familia, a todo el que me ha seguido…"
No podía faltar el criterio sobre su entrenador Santiago Antúnez. "Es
impresionante, algo que ni puedo describir, porque tiene tantas cosas
grandes como entrenador y como persona que no sé explicarlo".
Sobre si le preocupó la lluvia dijo que le encantaba el clima europeo
con un poquito de viento, y de frialdad; "el día me lo pusieron",
confesó, pero en cuanto a la lluvia dijo que era complicada porque
mojaba la pista y había que tener cuidado; "por ella tuve un tin más de
cuidado", afirmó.
¡Y a pesar de eso hubo un 12.93! "Si pero no fue buscado, fue
tranquilo, como vine a los Juegos", reiteró.
Sobre correr con gafas volvió a ser enfático. "Cuando exista algo que
desplace a las gafas, a lo mejor me lo pongo, pero de momento me va muy
bien."
Y antes de la despedida el saludo "Para mi pueblo de Guantánamo,
verdad que lo llevo en el corazón, ese pueblo que siempre creyó en mí. Y
este metal es dedicado a Guantánamo, al Comandante, a mi mamá, a mi
familia…" |