miércoles 20 de agosto del 2008
Actualizado 2:30 p.m. hora local
Bell, líder de los bateadores
Cañón del Caney bombardeó en Beijing
SIGFREDO BARROS, ENVIADO ESPECIAL
BEIJING.—
Rompió la marca de jonrones e impulsadas en
una Serie Nacional. Ya tiene fama de poseer un don, el poder en sus
muñecas. Pero jamás hubiera pensado en ganar el título de campeón de
bateo en unos Juegos Olímpicos, con un altísimo average de 520. Sin
embargo, Alexei Bell sigue siendo el pelotero modesto nacido hace 24
años en El Caney.
"No pienso nunca en récords, ni con Santiago ni con el Cuba.
Simplemente salgo a hacerlo bien para ayudar a mi equipo. Antes de
llegar aquí me dije que si yo era capaz de batear el pitcheo en una
Serie Nacional también lo podía hacer aquí en Beijing. Ya ves, no me
equivoqué. No pensé en sacar la pelota, sino en darle, en chocar con
ella".
Has estado bien toda la temporada, en Cuba y fuera. ¿Cómo explicas
tanto rendimiento?
"Creo que se han unido dos factores, el físico y el mental. Entreno
todos los días con la misma dedicación, el mismo interés. Además, cuento
con el apoyo de mi familia, mi esposa, mis padres, que me han dado
aliento incluso cuando las cosas no me han salido bien. He tenido dos
buenos entrenadores, el preparador físico Felipe Diez-Siré y Orestes
Kindelán, quienes me han ayudado a encontrar la forma y a corregir los
errores.
¿Tu sistema de bateo es el mismo siempre?
Básicamente si, trato siempre de barrer el home y no de hacer un
swing largo. También hago ajustes, pues no es lo mismo enfrentarse a un
lanzador de 90 millas o más –en ese caso me paro en el cajón de atrás -,
que a uno que basa su pitcheo en los rompimientos, muy difíciles porque
el bateador siempre tiende a irse delante y sacar la cadera y los
hombros antes de tiempo. Eso me ayudó mucho en esta competencia, donde
uno se enfrenta a lanzadores muy distintos".
Eres el tercer cubano que gana un título de bateo, después de Víctor
Mesa y Pestano. ¿No sentiste presión?
"Bueno, en primer lugar yo me enteré que estaba al frente de los
bateadores después de los dos primeros jits frente a China, cuando
Higinio subió al palco de prensa y comenzó a preguntar por las
estadísticas. Si conocía que era el líder en triples. Pero presión no
sentí. Yo estoy acostumbrado. Creo que un juego en el Guillermón frente
a los Industriales tiene tanta presión como un Cuba-Estados Unidos.
¿Usted no cree? |