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martes 19 de agosto del 2008
Actualizado 2:30 p.m. hora local
"Siento mucho lo que le pasó a Liu", Dayron
ENRIQUE MONTESINOS, ENVIADO ESPECIAL
BEIJING.—
¡Corre como si estuviera entrenando!, espetó
a mi espalda alguien con acento francés, en el intento de congraciarse
con el grupo de colegas cubanos que aguardábamos hacía un buen rato a
Dayron Robles.
Resulta agobiante la espera de las estrellas por parte de la prensa
escrita, pues en el escalafón de importancia nos ponen en último lugar;
primero la televisión y la radio, por supuesto y como aquí hay tantos
vale la pregunta de ¿te cansan más las entrevistas que las carreras?
"Lo segundo", contestó el lunes, después del debut, cuando no se
había producido el notición de la baja de Liu Xiang, y lo hizo casi sin
detenerse, pues de hacerlo con todos sería lo de nunca acabar.
Pero este martes, tras su 13.19 en la segunda ronda, se demoraba
mucho más porque todos los colegas, atrincherados a lo largo de la
serpentinosa zona mixta, querían conocer su criterio sobre el famoso
rival chino y entonces a todos les respondía algo. Con nosotros se
pronunció así:
"Le envío un saludo grande, pero diciéndole que lo siento mucho
también, pues fue una salida muy amarga de los Juegos Olímpicos; lo
siento cantidad".
Antes le escuchamos aclarar que para ganar no necesitaba la ausencia
de nadie, porque… "¡imagínense si yo no fuera capaz de superarme a mí
mismo".
Y ya en retirada repitió las frases que ya muchos se saben: "todo
tranquilo", "duro".
El fortachón David Oliver (USA-13.16) tomó ligera delantera como
mejor tiempo de la ronda, la cual estuvo plagada de cronos discretos, no
solo de los eliminados, sino también de la mayoría de los 16
semifinalistas de este miércoles.
En la noche de martes, el recordista mundial tuvo compañía cubana por
parte de Roxana Díaz, quien adelantó hasta semifinales de 200 metros con
un 22.98 que no le permitió obtener el pase automático para las tres
primeras, pero sirvió para la repesca.
No consiguió pasar a la final el cuatrocentista William Collazo, pues
finalizó sexto, no obstante lograr un tope personal de 45.06, en una
serie dominada por el campeonísimo Jeremy Wagner (USA-44.15) y en la que
hubo tres récords nacionales, de los cuales solo uno, el 44.88 del belga
Kevin Borlee, valió para clasificar. |