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Venía con la seguridad de que en cualquier intento iba a alcanzar
la medalla, sabía que no me iba sin ella, puesto que tengo la segunda
mejor marca del año (8.46), se sinceró Ibrahín Camejo con los
periodistas luego del esquivo metal, en este caso de bronce, en la
postrer oportunidad, con 8.20.
Como debutante, ¿Llegaste a tu meta o consideras te faltó?
"Me faltó mucho. Estoy contento, pero a la vez un poco descontento,
pues por la marca que tengo pienso que podía dar más. Me faltó ritmo y
no vino mi entrenador (Daniel Osorio, que debe estar en Camagüey,
festejando) para ayudarme, pues me conoce más."
Sobre el decisivo último salto particularizó sobre la ayuda que le
dio un grande del atletismo como Javier Sotomayor , "él fue quien me
encaminó, en el último intento fue quien me dio el ánimo, quien me
inspiró y también gracias a él estoy en esa medalla".
Y respecto al futuro se envalentonó advirtiendo a sus rivales que se
prepararan porque el año que viene iba a estar mejor. "El año que viene
pensamos hacer doble caminando, lo que quiere decir que mejoraré todavía
más".
El panameño Irving Saladino sumó el cetro olímpico al mundial,
primera medalla para Panamá en los Juegos, con 8.34, seguido del
sudafricano Khotso Mokoena (8.24). Se refirió con satisfacción a la
presencia de Camejo en el podio, porque le daba mayor valor a América
Latina, y le deseó éxito a Dayron Robles.
De conjunto con Wilfredo Martínez, quinto con 8.19, también en el
cierre, el salto de longitud de la Isla empató aquí la proeza de incluir
a dos atletas en la final, y consiguió la segunda mejor faena histórica,
detrás de la de Sydney 2000 (Iván Pedroso se coronó, con Méliz de
séptimo), y delante de Barcelona 1992, ocasión en que Pedroso fue cuarto
y Jefferson quinto.