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lunes 18 de agosto del 2008
Actualizado 1:30 p.m. hora local
Me lo propuse y lo conseguí, Yarelis
ENRIQUE MONTESINOS, ENVIADO ESPECIAL
BEIJING.—
Yarelis Barrios era una de las mujeres más
felices del mundo cuando llegó ante los periodistas, tanto que asiente
con la cabeza y sonríe todavía más cuando uno de ellos le pregunta que
si le gustaría dar saltos y gritar.
Oriunda de la provincia de Pinar del Río y de 25 años de edad,
Yarelis exhibió una estupenda temporada en el 2007, prácticamente
saliendo de la nada y adelantándose ostensiblemente a su más
experimentada compañera Yania Ferrales.
Delante de ella se convirtió en campeona de los Panamericanos de Río,
luego viajó hasta Tailandia y reinó en la Universiada, para concluir con
un agradablemente inesperado bronce mundial en Osaka.
Claro que la muchacha tiene madera comprobada para las competencias,
pues como debutante acaba de conquistar también una medalla de plata
olímpica, con registro de 63.64, solo aventajada por el oro de Maritza
Martén en Barcelona 1992. Ella lo atribuye a su voluntad:
"Yarelis Barrios se propuso estar aquí y lo consiguió", dijo con
énfasis.
Luego dedicó su medalla a todo el pueblo de Cuba, al Comandante en
Jefe, a su mamá, a su papá, a toda su familia, a su gente de Pinar del
Río, de Lazareto en específico, "que debe estar de fiesta en la calle".
En el momento de gloria no olvidó a su entrenadora Hilda la
Bambina Ramírez: "le mando un beso muy grande, me ayudó muchísimo,
me sacó de lo más profundo de Pinar del Río, me llevó a entrenar para
Santiago de Cuba y gracias a ella puedo decir que estoy en el equipo
nacional; tuvo el ojo clínico para sacar al atleta del fondo y pensar
que podía, y yo pude".
Adelantó que su meta era trabajar cuatro años más para buscar la
medalla de oro a que todo atleta aspira. "Esperemos a Londres a ver qué
pasa".
En medio de una extraña sequía europea de buenas actuaciones,
Stephanie Brown (USA-64.74) aprovechó su buen primer intento para
llevarse un título impensado, que su país solo había ganado 76 años
antes, en Los Ángeles 1934.
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