Yargelis Savigne tendrá este domingo la oportunidad de saltar
definitvamente hacia la consagración cuando luche por convertirse en la
reina del triple salto femenino de los Juegos Olímpicos de Beijing.
Su ascenso ha sido como la espuma, en apenas dos años la chica de
ébano de Guantánamo escaló hacia los primeros planos mundiales, con sus
títulos en los campeonatos del orbe a cielo abierto de Osaka 2007 y
Valencia 2008.
Ahora opta por confirmar su supremacía en la justa de Beijing, para
dejar de ser la joven promesa casi recién llegada a la figura cimera que
convierta posibilidades en gloria olímpica.
Sus 14,99 metros la llevaron a estar entre las 12 clasificadas para
la final, una marca que además denuncia su hambre de triunfos sobre por
lo menos un quinteto de triplistas con posibilidades de acceder al
podio.
La griega Chrysopigi Devetzi será una dura rival, al igual que la
rusa Tatiana Lebedeva y la camerunesa Francoise Mbango Etone (campeona
olímpica en Atenas), y hasta la eslovaca Marija Sestak puede presentar
credenciales para el triunfo.
Con 24 años, 55 kilogramos de peso y 1,65 metros de estatura, Savigne
espera la victoria.
Sus rivales la ven como la figura a derrotar, su progresión fue
asombrosa de 14,82 en el 2005 a 15,28 en Osaka el año último, si así fue
por qué no pudiera ocurrir su vuelo triunfante en el ambiente caluroso
del Nido del Pájaro para coronar sus esperanzas.