Otra
decisión controvertida en el tatami olímpico de Beijing frustra las
aspiraciones de la escuadra femenina de judo de Cuba, que ya acumula dos
medallas tres medallas de plata.
En los 78 kilogramos Yalennis Castillo mereció mejor suerte en la
final ante la china Yang Xiuli. Es cierto que fue un combate pobre en
cuanto a expresión técnica, pues ninguna de las dos aspirantes al cetro
encontró coherencia en sus planteamientos ofensivos y fueron parcas
también las propuestas de contragolpes, aunque en este sentido Castillo
tuvo las mejores escenas del duelo.
Se trató de una porfía, eso sí, de un alto rigor físico, y en el cual
las dudas para los jueces las puso siempre la muchacha de Holguín, como
también la iniciativa en el segmento inicial y luego en el tiempo extra.
Incluso Yalennis llevó a los jueces hasta la pantalla de televisión por
una técnica evaluada como koka por el árbitro central, uno de los dos
que sin embargo le dio el veredicto favorable a Xiuli.
Y es justamente ese aspecto el incompresible, el hombre que la iba a
dar vencedora, por la única cosa que pareció llenar una pizarra huérfana
de puntos por la acción de las contrincantes, un minuto después la vio
perdedora.
Era sencillamente imposible, los jueces, como casi siempre, no
soportaron la presión de las tribunas, aunque insisto, se enfrentaron a
un difícil combate por la ausencia de patrones técnicos y de una táctica
que al basarse más en los contragolpes y en la defensa le exige más a
los que tienen que decidir.
De cualquier forma, la frente de la holguinera está bien en alto,
ella tuvo que asumir, tras la traición de la titular de este peso, los
78 kilogramos tras pasarse todo el ciclo de preparación en los 70, y
cumplió con creces. Esa medalla de oro, como la de Anaisis Hernández en
la jornada anterior, tiene todo el brillo dorado de la dignidad de la
entereza con la que supieron superarse a ellas mismas.
Pero, además, pone muy en alto a la escuela cubana de judo y en
particular a su equipo femenino, pues de las seis finales del certamen
celebradas hasta el momento (solo queda una, la superpesada), la Mayor
de las Antillas ha protagonizado tres y recordemos que una (la de
Yurisleidys Lupetey) pudo frustrase en las manos de los señores
árbitros.
Los bronces de los 78 kilogramos fueron para la sudcoreana Jeong
Gyeongmi, bronce del último mundial, y la francesa Stephanie Possamai,
ambas derrotadas por la cubana en su camino a la final.