Cuba
dio su primer paso victorioso en el certamen olímpico de béisbol al
derrotar a la selección de Japón cuatro carreras por dos, en tanto la
escuadra de Estados Unidos cayó en su debut ante la plantilla de Corea
del Sur.
Se vio muy bien al conjunto cubano, con capacidad de respuesta ante
cada incursión en el marcador del equipo adversario. Con el juego una
por cero, por triple de Alexei Bell y jit de Alfredo Despaigne, los
japoneses le igualaron el choque a Norge Luis Vera al ligarle dos jits
segundos, uno de ellos doble. Pero en la misma parte baja de esa tercera
entrada sobrevino el empate, empujado por Frederic Cepeda.
Las otras dos las remolcó el hombre más destacado a la ofensiva, el
granéense Despaigne, quien además de conectar de 4-3, empujo tres de las
cuatro de su equipo.
Destacó en el plantel cubano la buena defensa, pese al solitario
error del segunda base Yulieski Gourriel. El fildeo de Cepeda en el
izquierdo en la tercera evitó que Japón anotara más de una, en tanto los
cuatro doble play, en momentos cruciales, mostraron a Cuba con solvencia
a la hora de solucionar situaciones complejas en el partido.
Bien estuvo el pitcheo Norge L. Vera en seis completos logró espaciar
siete imparable frente a una batería de seis zurdos con mucho tacto,
quienes le dieron cinco de esas conexiones, cuatro de ellas del centro
del terreno hacia la banda contraria, lo cual muestra la facilidad con
que chocan la bola los nipones. El de Santiago de Cuba ponchó a dos y no
transfirió a ningún adversario.
Su relevo, el gigante Pedro L. Lazo, admitió dos incogibles, ponchó a
dos y tampoco regalo bases, lo que habla del buen control ante los
japoneses.
Para quienes tenía alguna duda, el equipo cubano respondió jugando
bien al béisbol, mostrándose ganador y superior, pues aunque el gasto
ofesnsivo quedó en nueve jits, lo ciero es que se vieron bien al bate,
aun cuando los batazos se convirtieran en out. En el orden físico
también se les vio a plenitud.
Importante el recurso de la velocidad puesto en juego por el director
Antonio Pacheco, las dos bases robadas fueron decisivas en el marcador.
De los nipones decir que sus cuatro lanzadores enseñaron buena
velocidad, por encima de las 90 millas, combinándolas en caso de los
derechos con buen screwball que sacó de paso a más de uno de los
bateadores antillanos, quienes se tomaron 12 ponches.
En un partido reñido de principio a fin el equipo de
Sudcorea alcanzó una importante victoria frente a Estados Unidos 8
carreras por 7 bateando 9 hits, 3 menos que su rival.
El duelo reservó sus mejores emociones para la última
entrada cuando los asiáticos anotaron un par de carreras para dejar al
campo a los norteamericanos, que amenazaban con ganar el choque al
marcar un racimo de 3 en la parte alta del noveno.
La victoria se la anotó el último relevista Suk Min
Yoon y la derrota corrió a cargo de Jeff Stevens. Ambos equipos pifiaron
dos veces.
Destacaron a la ofensiva por los sudcoreanos el
jardinero izquierdo Yong Kyu Lee, con 2 hits en tres turnos, un
cuadrangular y dos anotadas; y por Estados Unidos el antesalista Mike
Hessman de 4-2, un vuelacercas y par de anotadas también. Jonroneó,
además, Nate Schierholtz en el sexto episodio.