XXVII JUEGOS OLÍMPICOS
SYDNEY-2000
El día 15 se inauguraron los XXVII Juegos Olímpicos en la ciudad
australiana de Sydney, con una vistosa ceremonia, centrada en la historia
de Australia, y en la que participaron más de 12 000 artistas,
quienes pudieron ser vistos en todo el mundo por 4 000 millones de
personas. El estadio olímpico de Sydney lució abarrotado, con 110 000
espectadores, ante los que desfilaron los atletas que representaban a 200
países.
Vista
aérea del estadio olímpico de Sydney
Los australianos homenajearon a las mujeres al concederles los últimos
relevos del fuego olímpico. Betty Cuthbert (atleta en 1956 y 1964),
postrada en una silla de ruedas a causa de una esclerosis múltiple, fue
ayudada en su tramo por Raaelne Boyle (atleta en 1968 y 1972). Ella
fueron relevadas por la mítica nadadora australiana Dawn Fraser (1956,
1960, 1964). Le siguió Shirley Strickland Delahunty (atleta en 1948,
1952, 1956). Luego, tomaron la antorcha Shane Gould (nadadora 1972), y
Debbie Flintoff-King (atleta 1988).
Como sucede siempre, el misterio se apoderó del sublime instante del
encendido del pebetero. Los organizadores mantuvieron en estricto secreto,
hasta el final, la identidad de quien encendería la pira, honor que
mereció la atleta de origen aborigen Cathy Freeman.
Fueron los olímpicos de Sydney la despedida, tras 20 años de timonel,
del presidente del COI, Juan Antonio Samaranch, quien se vio obligado, sin
embargo, a interrumpir su presencia en la ciudad australiana por la muerte
de su esposa, que arrastraba una larga enfermedad. El presidente regresó
después a los Juegos, y exclamó: han sido los mejores Juegos de la
historia.
Pero los Juegos de Sydney, los primeros juegos del siglo XXI, fueron
noticias incluso antes de encender el fuego.
El trayecto del fuego olímpico, por ejemplo, tuvo varios percances.
Uno de los portadores, un ciclista de 74 años de edad, de nombre Ron
King, falleció después de finalizar su tramo, en las cercanías de
Muswellbrook, al noroeste de la ciudad sede. La antorcha, además, estuvo
a punto de ser apagada con un extintor por un espectador y otro
desconocido intentó arrebatársela a un relevista, aunque sin éxito.
 El
equipo cubano de voleibol femenino conquistó su tercer título
consecutivo, al vencer en la final de Sydney al cuadro ruso
Fuentes policiales neozeolandesas, revelaron que fue descubierto un
plan terrorista atribuido al millonario de origen saudi Usama ben Laden,
pretendía atacar un reactor de investigaciones nucleares en Sydney,
durante la celebración de los Juegos.
La bahía de Sydney, como en toda Australia es conocida por la
abundancia de tiburones. El Comité Organizador, preocupado por
posibles ataques de escualos a los triatletas durante el transcurso de la
prueba de nado, ideó un sistema transmisor de ondas que ahuyenta a los
tiburones y que portaron los buceadores de escolta en el transcurso de la
prueba.
Por cierto, los Juegos de Sydney tuvieron un marcado componente
ecológico, lográndose que por primera grupos ecologistas como Greenpeace
formaran parte de la organización de la magna cita del deporte mundial.
Así, la Villa Olímpica usaba energía solar y las instalaciones de la
bahía de Homebush, conocida como el mayor vertedero de Australia, sufrió
una transformación espectacular, invirtiendo 25.000 millones para
convertirla en parque natural.
Con la animación de Oly, un pájaro pescador que simboliza la amistad,
Syd, un ornitorrinco, que encarna la energía y el vigor de los
australianos, y Millie, un erizo que representa el optimismo de la ciudad
de Sydney, arrancaron los primeros Juegos del Tercer Milenio.
Los estadounidenses Marion Jones y Maurice Green, se declararon como
reyes de la velocidad al imponerse en los 100 metros planos, aunque la
primera fue la verdadera estrella al titularse en 100, 200 y 4 por 400.
En los 200 masculino se dio una gran sorpresa con la victoria del
griego Konstantinos Kenteris, mientras en las pruebas femeninas de la
velocidad, se volvió a presentar la jamaicana Marlene Ottey, quien con 40
años de edad corrió su novena final olímpica, aunque no consiguió
medalla.
El checo Jan Zelezny logró su tercer pergamino dorado consecutivos y
su cuarta medalla en total, pues en Seúl había finalizado con la presea
de plata.
Actuación destacada fue la del polaco Robert Korzenioeski, quien se
convirtió en el primer hombre que hace el doblete en la marcha, ganando
los 20 y los 50 kilómetros.
El
holandés Pieter Van Den Hoogenband, y el australiano Ian Thorpe, las dos
estrellas de la natación de los Juegos de Sydney
Si algún deporte destacó en Sydney, fue la natación, imponiéndose
37 récords (14 mundiales y 23 olímpicos). La natación es uno de los
deportes más populares de Australia, por lo que en Sydney los
australianos se propusieron derrotar a los estadounidense, pero no
pudieron al quedar en 18 preseas por 33 sus rivales.
Pero los anfitriones aportaron en la natación a una de las grandes
estrellas de los Juegos, el joven de 17 años Ian Thorpe, ganador los 400
libres batiendo el récord del mundo, y pieza decisiva para que Estados
Unidos perdiera por primera vez en su historia los 4 por 100 libres.
Thorpe consiguió su tercer oro en los 4 por 200 libres. Con lo que no
contaba el australiano era con el holandés Pieter Van Den Hoogenband,
monarca en los 200 metros por delante de él, y vencedor también en los
100 libres, batiendo el récord del mundo, y convirtiéndose en el primer
hombre que baja de 48 segundos.
Escena
del partido entre Camerún y España. Los cameruneses se alzaron con la
victoria en el fútbol de los Juegos de Sydney
El británico Steve Redgrave, consiguió su quinto oro
consecutivo en la competición de remo, en la prueba de cuatro sin
timonel, (uno de los componentes del equipo en Sydney fue Matthew Pinset,
compañero de Redgrave en Barcelona y Atlanta). El primero oro de Redgrave
fue en Los Ángeles-1984, en la prueba de 4 sin timonel. A partir de Seúl
1988, participa en la prueba de 2 sin timonel, prueba que no abandonaría
hasta Atlanta 1996.
La alemana Birgit Fischer ratificó que es la piragüista con más
medallas olímpicas, superando a la sueca Gert Fredriksson, al colgarse su
sexta medalla de oro, que sumadas a las tres platas hacen un total de
nueve . Fischer, de 38 años, ha ganado un oro en cada uno de los Juegos
que se han celebrado desde Moscú'80.
Medallero
de Sydney-2000
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