Los Juegos de Helsinki se inauguraron, en medio de la lluvia, bajo la
cual desfilaron 5 780 atletas representando a 69 países. El primer
pabellón en desfilar fue Grecia como mandaba la tradición y el último,
el país organizador Finlandia

La organización había guardado en secreto el nombre del portador de
la antorcha, pero cuando los 70 000 espectadores que presenciaban la
ceremonia inaugural reconocieron al finlandés Paavo Nurmi, el
estadio estalló de alegría, gritando su nombre.
Fue un magnifico homenaje al finlandés, que había logrado doce
medallas olímpicas, nueve de ellas oro, y un intento de resarcir la
injusticia que había cometido el Comité Olímpico Internacional,
acusando al corredor de profesionalismo.
Por primera vez la Unión Soviética es una de las naciones
participantes. Y desde esa aparición inicial sus atletas causan gran
impresión. En el medallero final por países terminan en el segundo
escaño, con 71 medallas, de ellas 22 de oro. Solo fueron superados por
los estadounidenses, que finalizaron con 76 preseas, de ellas 40 del
brilloso metal.
Alexander Anoufriev, en la prueba de 10 000 metros, fue el
primer medallista soviético en la historia del olimpismo.
Los
finlandeses, acostumbrados a tener grandes corredores de fondo, quedaron
impresionados de la exhibición que realizó el checoeslovaco Emil
Zatopek,, quien en la cita precendete de Londres-1948, había
conseguido el oro en los 10 000 y la plata en los 5 000. En
Helsinki ganó los 5 000 y 10 000, con tan solo una hora de
diferencia, y luego se tituló también en la carrera de la maratón. Con
justeza fue designado el atleta más destacado de la decimoquinta edición
de los Juegos.
Pero Emil no fue solo a Helsinki. Su esposa Dana Zatopeka,
venció en la prueba de lanzamiento de jabalina. Se habían conocido en
Londres cuando ella se llamaba Dana Ingrova. El matrimonio Zatopek se
llevó a casa cuatro medallas de oro.
El
muchacho maravilla Bob Mathias renovó su título que había
conseguido en Londres con tan solo 17 años de edad, ganado su segundo
título olímpico consecutivo en la prueba de decatlón. Bob logró 8 887
puntos para conseguir su tercera marca mundial en tan solo tres años. Sin
embargo... A principios de 1953, publicó una artículo de prensa que
denunciaba aspectos negativos del deporte estudiantil norteamericano. No
lo perdonaron, tomaron como pretexto el propio trabajo periodístico; lo
acusaron de haberlo cobrado y las sábanas del profesionalismo cayeron
sobre él y lo excomulgaron para siempre del olimpismo.

El brasileño Ademar da Silva vistió de oro América Latina al
ganar su primer título olímpico en Triple Salto.