En 1945 el Comité Olímpico Internacional (COI) hizo oficial la
designación de Londres como país organizador de los Juegos de 1948. La
XIV edición marca una línea de transición en la historia de las citas
estivales por ser los primeros celebrados después de la II Guerra
Mundial.
Fueron denominados los Juegos de la austeridad. Inglaterra, y en
concreto Londres, estaba recuperándose de los destrozos de la guerra. En
el pueblo británico no sentó muy bien la designación, ya que pensaban
más en la supervivencia diaria que en los adornos y jolgorios que traían
consigo la celebración del acontecimiento deportivo.
Los británicos no pretendían igualar las proporciones de los Juegos
que organizaron los alemanes en Berlín el año 1936. No construyeron
superestadios, ni arenas espectaculares. Se intentó aprovechar lo que
había en ese momento, hasta tal punto que los atletas dormían en
barracones localizados en Uxbridge y Ritchmond Park que
habían servido de cuarteles durante la guerra.

Se adaptó el estadio de Wembley con capacidad para 100 000
personas, construyéndose una pista de atletismo. El Támesis albergó las
pruebas de remo y pìragüismo, mientras las pruebas bajo techo se
celebraron en el velódromo de Herne Hill.
Los británicos recibieron ayuda de los Estados Unidos y Argentina, que
mandaron alimentos durante la celebración de los Juegos para los
deportistas.
Alemania
no participó ya que tras las guerra su gobierno no era reconocido por la
comunidad internacional. Japón declinó participar, en cambio Italia fue
admitida sin problemas. La URSS se abstuvo de participar.
El Rey Jorge declaró oficialmente inaugurado los Juegos, en tanto el
vallista Donald Finlay leyó el juramento de los atletas. La ceremonia
inaugural fue trasmitida por televisión y pudo ser seguida por unas 500 000
personas. La jornada de apertura fue una de las más calurosas de en la
historia de los Juegos, pues la temperatura llegó hasta los 40 grados
Celsius .
Para la ocasión, el Comité Olímpico Internacional tiene ya a su
tercer presidente, el sueco Sigfried Edstrom. Pierre de Coubertín y su
sucesor, Baillet Latour, ya han fallecido.
La
presencia de las mujeres en el atletismo olímpico estaba consolidada.
Incluso, la estrella de estos Juegos no fue un hombre sino una mujer. Una
ama de casa holandesa, con dos hijos y de 32 años de edad ,
Fanny Blankers-Koen, emula al norteamericano, quien obtuvo cuatro
medallas de oro, y ganó el sobrenombre de El Rayo Holandés.
En decatlón surge un niño prodigio en el seno del equipo
norteamericano, Robert Bruce Mathias, ganador del el oro olímpico
con 17 años, el más joven campeón de la historia de estas citas.
Al
húngaro Karoly Tákacs, le estalló una granada en su mano derecha en
1938. Por suerte, solo perdió esa mano. Sin embargo, sus cualidades de
buen tirador no mermaron. Practicó con la izquierda hasta que logró
altos resultados, que lo llevaron a Londres como parte de la delegación
de su país, y allí se impuso en el tiro de pistola a 25 metros con 580,
récord del mundo para entonces.
El último día de competencia, el 7 de agosto de 1948, se batió el
récord de recaudación con 2 000 dólares. El estadio presentó una
asistencia total de 86 000 espectadores.