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En Judo primeras medallas de Cuba en Atenas Amarilis, tu bronce brilla más que el oro Arencibia insatisfecho con su meritorio tercer lugar. Primera victoria del béisbol Oscar Sánchez,
Como habíamos comentado, la japonesa Yuki Yokosawa y Amarilis protagonizaron una final adelantada al disputar ayer la semifinal de los 52 kilogramos. Difícilmente la sala Ana Lossia, donde celebra el torneo de judo de estos Juegos, sea testigo de otro combate como ese, calificado aquí como una clase magistral. Defensa impecable, plan táctico certero, desplazamientos exactos y un 100 por ciento de efectividad en el ataque, premiaron al duelo. Y llegó el último minuto de la encumbrada porfía, en el que la cubana con excelente técnica de hombro alcanzó calificación de yuko. Los 50 segundos restantes fueron igual de excelsos, hasta que faltando solo dos, con una técnica similar Yokosawa consiguió nota máxima de Ippon, para seguir su camino rumbo a la disputa del cetro y enviar a la antillana a dirimir bronce. Justo en ese desenlace está la grandeza de la muchacha de Santiago de Cuba, y por supuesto, también la calidad técnica de su adversaria. Y es que la Savón, a falta de dos segundos pudo correr por el tatami, hacer un falso ataque, sostener un agarre para que corriera el reloj, todo lo cual desluciría el espectáculo que habían ofecido, pero le hubiera dado fácilmente la victoria. "Es cierto, cualquiera de esas cosas solo me costaba una amonestación (no hubo ninguna en los cuatro minutos de combate), mas me daría la victoria, pero…", dijo con la voz tomada, aun cuando ya tenía en su pecho la presea de bronce, y con un nudo en el pecho, le faltó decir que prefirió terminar con limpieza, con el coraje de su Santiago de Cuba, como una verdadera cubana. Por eso el título olímpico no te falta Amarilis, a tus tres bronces de ese rango, a tu título mundial el pasado año, y a tus preseas mundialistas de plata en 1999 y 1997 y bronce en 1995, el pueblo te concede el más sagrado, el de ser fiel a la estirpe de los cubanos. Ella dedicó el premio a su hija, Lorena, a su familia, a sus profesores y al pueblo. También le costó mucho salir a buscar la diadema de tercer lugar ante una conocida y experimentada rival como la argelina Souacri. Sin embargo, "ya no podía pensar en mí, tenía que dar la primera medalla de la delegación…".
Un detalle más, en los 66 kilogramos, fue el de Las Tunas, el único de los cuatro medallistas del último mundial que pudo encaramarse en el podio de premiaciones. Y solo Yokosawa y Savón, oro y bronce de la pasada justa del planeta, repitieron aquí. En definitiva, el japonés Masato Uchishiba ganó los 66, Krnac fue plata y el otro bronceado resultó el búlgaro Georgiev. En los 48, la china Dongmei Xian doblegó a Yokosawa y junto a Amarilis compartió bronce Ilse Hielen. ADIEL TAN ALTO COMO UNA PALMA EN DEBUT BEISBOLERO
En el desafío, el cienfueguero Adiel Palma se desempeñó en forma extraordinaria, al dominar a sus rivales en ocho capítulos, permitiendo solo dos jits, ambos dentro del cuadro, otorgó una base y dio un pelotazo. Tuvo en el propio Urrutia a su más fuel defensor con un ataque de tres imparables, incluyendo jonrón, dos anotadas y dos empujadas, también con dos remolcadas salió Michel Enriquez, quien abrió el marcador con cuadrangular por el jardín derecho. La carrera australiana llegó en el noveno cuando el relevista Pedro Luis Lazo aceptó tres jits. A su rescate vino el habanero Yonder Martínez, autor de solo tres lanzamientos para sacar el tercer out. Hoy, a las 3: 00 p.m., en Cuba, el rival será Grecia y el abridor Norge L. Vera. 16 ago 04 |