En la Villa Contrastes no frenan el optimismo ENRIQUE MONTESINOS, ATENAS.—La maratonista Mariela González es todo sonrisa cuando se encuentra con los periodistas. Le brota por cada uno de los poros la gran satisfacción por encontrarse en la sede olímpica.
Ha entrenado a la perfección todos los días, tanto en las calles mismas de la Villa como en la pista colindante con los edificios de la representación cubana. Corrobora que el calor se siente, pero que no la molesta más que en Cuba, porque acá no hay tanta humedad y "después de hacer sesiones de kilometraje termino fresquita, apenas sudo". La granmense sabe que no es de las favoritas, pero está confiada en que correrá mejor que nunca, aunque todavía no ha estado en presencia del trayecto oficial de la prueba, porque su adaptación al escenario ha sido la mejor y todavía le falta hasta el día 22 en que se disputará la carrera.
En su caso y en el de sus compañeros estuvieron toda una semana, hasta el lunes último, sin entrenar, como consecuencia de una demora totalmente ajena a su responsabilidad en la llegada de las armas a sus manos. Sin embargo, Margarita no pierde la certidumbre y le busca la parte positiva a la situación diciendo que "cuando contamos con experiencia en este deporte a veces resulta positivo un descanso así". La competencia, implacable medidora, dirá para ambas la última palabra, pero sin doblegar su optimismo. 12 ago 04 |