CUBA EN LOS JUEGOS: Barcelona, la mejor de todas ENRIQUE MONTESINOS, ATENAS.— No quedó claro si la flecha disparada desde el terreno tuvo tanta precisión para caer dentro del alto pebetero y prenderlo, o simplemente lo sobrepasó a la vez que otro mecanismo lo encendía para dar esa impresión.
Se unieron dos circunstancias que pudieron contrarrestar esa proeza. Cuba había estado desligada del entorno de los Juegos 12 años, al no asistir a los de Los Ángeles=84 y Seúl=88, y a Barcelona llegó la cifra récord de 169 naciones participantes, a la vez que entraban los profesionales, acción comenzada por el baloncesto. Pero no había faltado en toda esa etapa el desarrollo del deporte cubano y en un suelo español sumamente favorable por muchas razones fue como si quisiera demostrar de un tirón todo lo que tenía guardado.
Marcelo, Casamayor, Vinent, Lemus y Ariel Hernández completaron el septeto dorado (con Raúl González y Hernández Sierra de plateados).
Se mantuvo en alza el judo, con el sector femenino incorporado por primera vez. Oro auténtico para Odalis Revé, con plata para Estela Rodríguez y bronces de Amarilis Savón y Driulis González, a las que se sumó Israel Hernández. El béisbol abrió fuego en la introducción oficial de esa disciplina y el femenino de voleibol comenzó su protagonismo galáctico, para un hito en deportes colectivos por una nación tan pequeña. Como aportadores primigenios, para el sobresaliente total de ocho deportes medallistas, tenemos a los luchadores (2-0-3=5), encabezados por el grequista Arnaldo Milián y de libre, Alejandro Puerto; y los esgrimistas, de florete en específico, con plata de equipo y bronce individual. Para redondear, el subtítulo del pesista Pablo Lara. Barcelona, sin duda, la mejor de todas. 10 ago 2004 |