Cuba en los Juegos Casi medio siglo de oscuridad, hasta la cita de Londres'48 ENRIQUE MONTESINOS ATENAS.— Algunos estadísticos reconocen los resultados, otros no los incluyen, de la cita especial ateniense de 1906, para conmemorar el décimo aniversario del resurgimiento de los Juegos Olímpicos. Recoge la historia que nuestro Andarín, Félix Carvajal, volvió a contar con el aporte popular, aunque su larga travesía marítima a través del Atlántico lo depositó en la sede griega después de concluidas las competencias.
Siguió entonces un primer período oscuro de veinte años, pues no hubo representación en los IV Juegos de Londres'08 (Gran Bretaña), ni en los V de Estocolmo'12 (Suecia), en tanto que, como consecuencia de la I Guerra Mundial, no se celebraron los de 1916 (VI) y hubo otra ausencia en los VII, de Amberes'20 (Bélgica). Los VIII, en París'24, tuvieron a 10 cubanos y José Ramón Fonst, con 41 años de edad, no pudo convertir en realidad las esperanzas de medalla depositadas en su fecundo quehacer esgrimístico. En los IX de Amsterdan'28 (Holanda), no obstante haberse instituido ya el Comité Olímpico Cubano (COC), en 1926, solo acudió el velocista José Pepe Barrientos, universitario no solo brillante como deportista, sino también como ser humano, cuyo nombre legó a la competencia atlética cubana más añeja, fundada en 1947, al año siguiente de su desaparición física. Pese a haber igualado el récord mundial de 10.2 en La Habana, la fortuna le viró la espalda en la sede olímpica y fue eliminado de primero en los 100 metros planos. Otras dos décadas brumosas llegaron con el distanciamiento de los X Juegos de Los Ángeles'32 (Estados Unidos) y los XI de Berlín'36 (Alemania), añadiéndose la suspensión de las citas correspondientes a 1940 y 1944 debido a la II Guerra Mundial desatada por el fascismo alemán. Restablecida la paz, en los XIV Juegos de Londres'48 Cuba acudió con 55 deportistas, entre ellos el primer equipo: masculino de baloncesto. El ciclista Reynaldo Paseiro y el bólido Rafael Fortún, brillantes en el entorno regional y continental, no pudieron realizarse en ese contexto, y tampoco los muchachos del básquet, con José Llanusa, Mario Quintero y Fabio Ruiz entre sus miembros destacados posteriormente como trabajadores del deporte nacional. Fue en una modalidad de elite por entonces, la de velas, clase star, donde padre e hijo, con el mismo nombre de Carlos de Cárdenas, lograron una valiosa medalla de plata. 06 ago 2004 |