De la redacción:
Una bulla para Armandito OSCAR SÁNCHEZ, ATENAS.— Estuvo aquí, como en el
pasado Mundial de La Habana, como en la Copa Intercontinental,
porque siempre ha hecho equipo, es mucho su rendimiento, es tan
grande su aporte, que ningún manager podría prescindir de él. En cada garganta cubana que clamó en
el estadio de esta ciudad por la victoria beisbolera, la del pueblo,
apareció su voz, lo mismo para el ensordecedor ¡Cuba! ¡Cuba!, que
para darle el inconfundible humor caribeño, habanero, que él puede
ofrecer en el graderío. Y no faltó su consejo, porque sabe un mazo
de deportes, bien voleibol, baloncesto, boxeo, atletismo o de
fútbol, su pasión no solo de aficionado, sino también de jugador. Pero el gol del aficionado mayor del
deporte cubano, del número uno, lo anotó con un bate en la mano.
Por eso los peloteros aprovecharon la mesa redonda informativa de
ayer para dedicarle un triunfo que también es suyo, y decirle
"nos veríamos en el Latino, algunos debajo del banco de
tercera, otros en el de primera, en la banda opuesta, pero todos en
el mismo equipo, porque así es Armandito, sin otro apellido que
"El Tintorero", un hombre que hasta el contrario lo
respeta, y más que eso, lo admira. Y ese también es el motivo por el
cual esta crónica se escribe en presente, no nos perdonaría la
afición del Latino, la del Coliseo, lo mismo en la Liga Mundial de
Voleibol, la de la Polar o el Pedro Marrero en el fútbol, ni los
deportistas, ni siquiera él mismo, escribir estas líneas para
decirle adiós a Armandito, simplemente porque ayer en la mañana
haya dejado de existir físicamente tras una larga y penosa
enfermedad. No podríamos hacerlo, porque su vida
es tan rica que le recompensó dándole la alegría del noveno
inning, ver cómo regresaba a su pecho, a su corazón el título
más preciado del deporte cubano. Y es que Armandito inmortaliza el
sentir del aficionado cubano, ninguna barra en el mundo es tan
querida por su equipo ni tan admirada por sus contrarios. Y eso se
gana con el infinito amor que este hombre le seguirá dando a su
Latino, a sus deportistas, a su pueblo, porque se queda para siempre
dentro de ellos.
26 de agosto del 2004 |