De la redacción:
Cinco en semifinales...hasta ahora
Miguel Hernández,
Enviado especial
ATENAS.—
Desde 1992, cuando Roberto Balado ganó el oro en los superpesados, no
había vuelto a aparecer un cubano en el podio olímpico de esta
categoría hasta que Michel López asegurara anoche un metal con
posibilidades de cambiar el color.
El
pinareño apostó a la táctica recurrente de aprovechar las
circunstancias del primer asalto, preservar la ventaja hasta el cuarto en
la que como norma el rival estará obligado al riesgo definitivo con la
consecuente guardia descuidada, y vendrá entonces el contragolpe
arrollador.
Ello se notó más frente al estadounidense Jasón
Estrada, que aprovechó hace un año a un López apático para arrebatarle
la medalla áurea en los Juegos Panamericanos de Santo Domingo, pero ayer
el vueltabajero no se dejó enmarañar para conquistar un contundente
veredicto 21-7, al margen de la deslucida pelea y clasificar entre los
cinco cubanos que hasta hoy han asegurado su presencia en semifinales.
El vueltabajero tendrá a Mohamed Alí en su crucial
compromiso... no al conocido Cassius Clay sino a un egipcio a quien debe
dejar en la cuneta.
Cuba
perdió su segundo hombre, el pluma Luis Franco, aunque molesto a la hora
de la decisión, se encontró con un adversario experimentado y con
oficio, el alemán Vitali Tajbert, no en balde subcampeón mundial de
Bangkok y así lo confirmó sobre el cuadrilátero más allá de la
cantidad de puntos que le marcaron (34-26).
El capitalino hizo un descomunal esfuerzo hasta el último
segundo para salvar su ilusión de al menos una medalla en una división
en la que su país no aparece en el mapa desde hace 24 años. No pudo.
Quizás por ello, esta vez, no quiso hablar.
Y
el gallo Guillermo Rigondeaux sigue empecinado en un "doblón"
olímpico con su disertación sobre el peligroso ruso Gennady Kovalev,
quien en los dos rounds intermedios no le pudo conectar un golpe. Ganó el
santiaguero 20-5 y en la semifinal combatirá con el uzbeco Sooltonov.
Hoy subirán dos cubanos con etiquetas de favorito al
encerado de la Sala Peristeri, uno de ellos el único púgil activo
poseedor de todos los títulos de la AIBA en este ciclo, el ligero Mario
Kindelán, contra el azerí Rovshan Huseynov y el minimosca Yan Bartelemí
ante el surcoreano Won Hong Moo. Cuba cuenta con 9 hombres y Rusia 8.
CUANDO CALIENTA EL SOL
El
asfalto es un horno y el sol está furioso. La temperatura, por los 40
grados.Es el principio de una semana caliente. Fuera y dentro de los
estadios y los gimnasios.El reventón de medallas y finales.Que terminó
la natación pero se vive el atletismo, el rey de los Juegos. Y se
disputarán coronas de olivo también en más deportes-espectáculos: el
fútbol, el baloncesto, el béisbol, el voleibol bajo techo y en la playa
donde una regadera a propósito baña a los espectadores que gozan de los
rayos solares sobre todo los europeos, y los escandinavos. Y las
brasileñas ¡Ah! las brasileñas. Y la samba... y la tanga. Y el de Tonga
que esta vez vió perder a su otro gordito en las primeras de cambio entre
los mastodontes. Y el calor...eso sí que nunca como el de allá, en la
isla, por mucho que meta miedo el termómetro aquí. Y entras en el centro
de la prensa y ¿qué es esto un balneario?señores reporteros con
pantalones cortos, camisetas, pantuflas siguiendo por la televisión a las
mujeres que salieron de la ciudad de Maratón hacia Atenas, al histórico
estadio Panathenaikos, en la misma ruta de 1896 sin damas, a correr sus
decenas de kilómetros sin importarle el calor, el sol, ni las miradas
descaradas de algunos hombres.
¿PHELP O SPITZ?
Dentro
del agua , Atenas no es tan ardiente. La pileta olímpica no necesitó de
hielo, como algunos pensaron al no ponerse la cubierta, por falta de
tiempo, al centro acuático como prometieron los organizadores. La
temperatura en la alberca por debajo de los 26 grados y de allí los
nadadores sacaron ocho records mundiales y una gran parte de la tabla
olímpica renovada, aunque no como en Sydney o los últimos Mundiales de
Barcelona. Estados Unidos dominó en hombres y Australia en mujeres;
después de ambos, Japón, con su renacimiento. Alemania, Rusia y Canadá,
decepciones. Los cubanos, con la pechista Imaday Núñez y el librista
Marcos Hernández, muy discretos sin mejorar sus mejores marcas
personales. Y el estadounidense Michael Phelp, el tritón que más metales
ha ganado en unos mismos Juegos, por delante de Mark Spitz. No igualó las
siete de oro de éste ni sus records mundiales (siete Spitz por uno Phelp
en los 400 estilos), ambos lograron el mismo número de pruebas
individuales, cuatro, pero la presión del nuevo rey de Atenas no las tuvo
el de Munich, dicen los expertos de hoy que rehuyen realizar comparaciones
entre sus respectivos tiempos. Y por ser épocas distintas.
ORO AL JUEGO LIMPIO
"Ahora
estoy más feliz, claro, porque no es lo mismo el oro que la
plata..." así con desenfado, en su último paseo por Atenas, en la
populosa plaza de Omonia, en busca de algún souvenir para los amigos en
Cuba, antes de partir hoy hacia La Habana, encontré a la diosa de ébano
Yumileidi Cumbá apenas al rato de enterada de que definitivamente por el
fraude de la rusa Korzhanenko en la sagrada Olimpia , el metal áureo era
suyo. La trampa nada más y nada menos en medio de tanto simbolismo
difundido: que más de 16 siglos después de que prohibiesen los Juegos,
retornaban al mismo lugar donde en el verano del 776 antes de nuestra era
y durante más de un milenio se le rendía honor al Zeus olímpico. Los
elogios, las crónicas a lo Homero, la ceremonia de premiación, las
fotos... se las había llevado la rusa el 18 de agosto. Privó entonces a
la propia Cumbá de que hubiera sido proclamada la primera de oro de
Latinoamérica. La injusticia de la justicia después de todo.Que Teodosio
si se entera lo de Olimpia vuelve a suspender los Juegos.
24 ago 04
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