Mensaje de Fidel al
pueblo mexicano
Les pido excusas por mi
ausencia a la llamada III Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de
América Latina y el Caribe y la Unión Europea.
Durante varios días
medité en la conveniencia o no de asistir.
Decidí finalmente no
hacerlo por varios motivos. Los fundamentales son:
Primero: La complicidad
de la Unión Europea con los crímenes y agresiones de Estados Unidos
contra Cuba a través de su infame e hipócrita conducta en Ginebra y
su bochornoso entendimiento y connivencia con la Ley Helms-Burton, de
inaceptable e ignominioso carácter extraterritorial, la hacen indigna
de ser tomada en serio por nuestro pueblo.
Del campo de
concentración en la Base Naval ilegal de Guantánamo no se atrevieron
a decir en Ginebra una sola palabra.
Ni soñar siquiera que
en esa conferencia la Unión Europea acepte la denuncia de los
asesinatos, maltratos y humillaciones que se cometen con el incontable
número de mexicanos, latinoamericanos en general y caribeños que
tratan de escapar del subdesarrollo y la miseria impuestos por el
orden económico internacional, saqueador y genocida que hoy impera en
el mundo, del cual ella también se beneficia.
Se trata, según todos
los informes recibidos, de una conferencia carente de contenido
alguno, de carácter puramente ceremonial, en la que la Unión Europea
no se compromete absolutamente en nada, ni siquiera al respeto más
elemental del principio de no intervención.
Segundo: La vergonzosa
concertación y la traición a Cuba de varios gobiernos de América
Latina, en su impúdico sometimiento a las órdenes de Estados Unidos,
hieren sensiblemente a nuestro pueblo, y no es posible concederles la
más mínima seriedad y respeto a sus criterios y decisiones.
Tercero: Todo ha sido
organizado de forma que no pueda haber ningún verdadero debate libre,
abierto y público sobre temas vitales que conciernen a los destinos
de nuestro hemisferio y del mundo.
Cuarto: Nuestro
Embajador ha sido expulsado injustamente de México hace varios días,
y hay asuntos serios pendientes y no resueltos relacionados con la
falsa y deshonesta acusación de que nuestro país ha intervenido en
los asuntos internos de México.
Quinto: Dejando a un
lado la amarga experiencia de lo ocurrido en Monterrey, no existen, a
nuestro juicio, las más mínimas condiciones para que una visita mía
a ese hermano y entrañable país con motivo de la mencionada reunión
aporte resultado constructivo alguno.
Deseo dejar constancia
de lo mucho que me duele perder la oportunidad de saludar a hombres
como Chávez, Kirchner, Lula, Patterson, y otros brillantes luchadores
por un destino mejor para nuestros pueblos de América. Ellos harán
lo que puedan, y lo mucho que son capaces de hacer, en los cinco
minutos que se les concede dentro de ese cónclave donde, según se
afirma, no habrá prensa.
Tal vez en el banquete
ceremonial inicial, con oradores muy seleccionados de antemano, entre
exquisiteces culinarias, champán y vino que nada tienen que ver con
los miles de millones de personas que en el mundo sufren hambre y
miseria, se pueda escuchar el eco de las voces de algún verdadero
disidente.
Cuba se siente honradísima
y óptimamente representada por su brillante y joven Canciller, que en
los pocos segundos que le otorguen en un rincón de esa reunión será
capaz de expresar verdades imprescindibles.
Sigo creyendo con
firmeza que un mundo mejor es posible.
Fraternalmente,

Fidel Castro Ruz
Presidente del Consejo de Estado de Cuba
26 de mayo del 2004
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