A partir de ahí viene lo más difícil:
hacerlo todo bien para ganarse la confianza del cuerpo de dirección
y que los aficionados fijen la mirada en un desconocido, cuando
existen tantos peloteros consagrados que, aunque no luzcan hoy, al
día siguiente posiblemente tengan asegurado su puesto en la
alineación.
Por lo regular, y atendiendo a su edad,
algunos novatos llegan al juego diario con el brillo infantil en sus
ojos. De manera que, salvo excepciones, los bisoños necesitan tiempo
para demostrar sus cualidades.
Pero las excepciones existen y hay
quienes desde que le conceden el primer chance muestran la mayor
serenidad del mundo y se imponen a base de talento. Fue Arturo
Linares el primer novato escogido en nuestras series nacionales (en
1967), y a partir de ahí tal designación recayó en peloteros que
después brillaron a lo largo de toda su carrera, como fueron por
solo citar algunos nombres Rodolfo Puente, Pedro Jova,
Pedro José Rodríguez y Lourdes Gourriel.
Otros no sobrevivieron, brillaron solo por un instante y se
eclipsaron. En la actual campaña beisbolera, con algo más de la
mitad del camino recorrido, hay varios muchachos que sobresalen y
optan desde ya por el Novato del Año. El lanzador villaclareño
Yasmani Hernández Romero, quien hasta el descanso de fin de año
acumulaba cuatro juegos ganados, uno perdido, y excelente promedio
de carreras limpias de 2.23, es uno de los favoritos para lograr tal
nominación.
Con ocho juegos iniciados, el espigado
lanzador aparece como uno de los más laboriosos abridores de su
equipo. De mantener ese paso tiene grandes posibilidades de merecer
el codiciado galard ón. El talentoso zurdo integró el último Cuba
juvenil.
Otros aspirantes son Yoassán Guillén y
Yusef Amador, de Metropolitanos, quienes se desempeñan
indistintamente en el cuadro y los jardines. Ambos exhiben promedios
por encima de 300 y cuentan con la ventaja de tener mayor margen
para jugar como regulares.
Alguien que ha suscitado admiración (de
los más vistos también, por supuesto) es el santiaguero Juan
Williams Torres, con average ofensivo que rondaba los 370 antes del
partido de ayer y habilidades defensivas tanto en primera base como
en los jardines. Entre los más destacados aparece, además, el
matancero Yadiel Hernández, quien por su ofensiva se ha ganado la
titularidad en el bosque izquierdo del conjunto yumurino. Batea a la
zurda y tira a la derecha, y se desempeña sin timidez.
En su primera incursión le disparó cuatro
inatrapables a Vicyohandri Odelín y con esa actuación deslumbró al
director Wilfredo Menéndez. Antes del choque de ayer frente a
Metropolitanos promediaba 362 (141-40), con un jonrón y siete
dobletes. Lo más llamativo en este muchacho es su falta de escuela
en el béisbol. Practicó durante cuatro años la pelota vasca, en la
modalidad de pala, en la que consiguió un subcampeonato y tres
medallas de plata.
Es rápido en el corrido de las bases y,
según los técnicos, tiene la virtud de pegarle a la bola hacia la
mano contraria. Quiero ver a mi equipo entre los ocho mejores y
alcanzar la condición de Novato del Año, dijo Yadiel.
No será el único en la lucha por el
añorado título. A los aquí mencionados y a otros que también
ostentan buen desempe ño, les queda por delante todavía un buen
trecho. Al final sonreirá el más consistente, y y ojalá no sea por
una solitaria campaña.