Sempiternos clasificados para los partidos de postemporada. Poseedores de un equipo poderoso a la ofensiva, aceptable a la defensa y con algunos problemas en el área de pitcheo, especialmente cuando de apagar un fuego se trata. Los Gallos espirituanos siempre han estado en la pelea, haciéndole honor a su nombre.

Yunier Mendoza continúa siendo un pilar ofensivo. Foto: Ricardo López Hevia

Pero llevan esperando treinta años por un título, desde la XVIII Serie Nacional, 1978- 79. Y, al parecer, esta temporada pudiera ser la que les traiga una segunda alegría. Al menos, el inicio no ha podido ser más feliz y, luego de la victoria de ayer ante un rival de cuidado como los Tigres avileños, los Gallos suman ya nueve picotazos frente a solo un par de fracasos.

Lourdes Gourriel asumió de nuevo el mando. Y tiene ahora un conjunto distinto, reforzado alrededor de la segunda almohadilla con la entrada del torpedero avileño José Ramón Alfonso y del tunero Yordan Calaña. Ambos les han venido como anillo al dedo, pues en estos momentos el equipo ha cometido solo cuatro errores en 11 partidos, para un fabuloso promedio de fildeo de 988, muy por encima de la media del torneo, que no llega a los 980.

Este es un factor muy importante, pues significa mucha mayor protección para un cuerpo de lanzadores que está trabajando para tres carreras limpias y fracción por cada juego. La línea central la completan dos experimentados, el internacional receptor Eriel Sánchez y el guardabosque Yunieski Gourriel, quien ayer disparó un cuadrangular que resultó decisivo, con tres carreras impulsadas.

Ofensiva es la que nunca les ha faltado, al extremo de ser el equipo de mayor cantidad de jonrones en el pasado lustro, 437. Además de Yulieski Gourriel y Frederich Cepeda, dos pilares, el inicialista Yunier Mendoza nunca ha bajado de la marca de 300 y ahora cuentan con el aporte de Alfonso y Calaña, junto a Liván Monteagudo, quien pasó de primero a quinto bate para aprovechar su indiscutible fuerza al bate.

Falta un estelar por integrarse al seleccionado, el derecho de Trinidad, Ismel Jiménez, participante en el Segundo Clásico y el mejor serpentinero espirituano de los últimos cinco años, con 69 triunfos y 25 reveses. De su incorporación con resultados dependen en buena medida las aspiraciones de los Gallos, que este año quieren cantar desde lo más alto.