En el Nelson Fernández ¡Finalísima rompe mañana! Yulieski vs. Freddy Asiel. Cuadro de medallistas en la última década. Cómo jugaron entre sí en la XLVIII Serie SIGFREDO BARROS Dos equipos ansiosos por el triunfo. Uno que no ha ganado nunca. Otro que no saborea las mieles del triunfo desde hace 14 años. Habana y Villa Clara, una final inusitada, nunca pensada, hecha realidad después de que ambos salieran airosos en arduas batallas. Llegó el momento de la verdad. La finalísima rompe mañana, en el Nelson Fernández, a partir de las 2:00 p.m. Para que ustedes, seguidores y apasionados de nuestro deporte nacional, tengan mayor cantidad de información y puedan debatir con más conocimiento, les propongo una breve ficha de los dos contendientes, sus puntos fuertes y débiles. Sin ánimos de pronóstico. Solo la verdad? y nada más que la verdad. HABANA Ha estado presente en las últimas cinco postemporadas. Su mejor ubicación fue el segundo lugar en la XLIV Serie, perdiendo la final ante Santiago de Cuba. En la presente campaña lideró de punta a punta la zona occidental. Acumula ocho triunfos y tres reveses en la presente postemporada. Su pitcheo es el mejor del país en este momento, con lanzadores olímpicos y mundialistas Jonder, Pedroso, Yulieski, Lahera, y aspirantes al equipo Cuba como Miguel Alfredo González, Gerardo Miranda y José Ángel García. Limitaron a una carrera y seis jits por juego la ofensiva de Villa Clara en la campaña regular.
Sus mayores problemas estriban en la ofensiva, aunque esta despertó en los últimos juegos frente a Pinar, derrotando a Maya y a Lazo. Dependen de lo que pueda hacer su mejor hombre, el camarero Ernesto Molinet. Necesitan que Juan Carlos Linares mantenga el ataque desplegado en el sexto partido vs. los Mediasverdes y que el debutante Dennis Laza exhiba su nivel de juego, excelente hasta el momento en la postemporada. Sus rivales no poseen zurdos de calidad a excepción de Misael Siverio y, por tanto, los Ruby Silva y Roberto Zulueta pudieran tener un mejor puesto en la alineación. Frente a un conjunto como Villa Clara, su defensa tiene que estar siempre alerta ante la posibilidad del llamado one run game (juego para una carrera), en donde los Naranjas han demostrado una gran habilidad. Un problema: los receptores habanistas solo atraparon a 28 corredores de 60 que les salieron al robo. En los 11 juegos de postemporada promedian 295 (11 jonrones) y 3,71 de PCL. VILLA CLARA Uno de los grandes del béisbol cubano. Su última victoria fue en la XXXIV Serie, 1994-95, derrotando en la final a Pinar del Río. Después ha terminado segundo en cuatro ocasiones. Lideró la zona oriental con facilidad hasta el receso por el Clásico Mundial, pero después atravesó por un mal momento y terminó tercero. La mayor virtud del conjunto naranja es su capacidad para improvisar y venir de abajo. A pesar de no contar con hombres de gran fuerza (tiene en Leonys Martín a su mayor jonronero, con 11) el equipo le sacó la pelota más allá de los límites en tres ocasiones a un lanzador de tanta calidad como Vladimir García, en todas para decidir partidos.
El equipo presenta una buena tanda zurda en la cual sobresale el veterano Ariel Borrero, el bien llamado Remolcador, por su habilidad para impulsar carreras en momentos clave. Andy Zamora resultó un baluarte en los juegos frente a Santiago de Cuba y Ciego de Ávila. Su defensa ha sufrido renovaciones tras la ausencia de Paret y la lesión de Pestano, pero tanto Aledmis Díaz como Yulexis La Rosa han cumplido su trabajo con seriedad. Martín pasó a defender el segundo cojín para darle cabida en el jardín central al novato Ramón Lunar, convertido en una inspiración, una buena movida del experimentado mentor del elenco, Eduardo Martín. Su cuerpo de lanzadores es el reverso de la medalla del de sus adversarios, ante las ausencias de varias figuras, entre ellas el lesionado Luis Borroto. Freddy Asiel Álvarez ha sido toda una revelación y de su brazo se ha colgado todo el equipo para llegar hasta la final. La medida de liberar el pitcheo les conviene, aunque ¡ojo con los brazos!, pues esta es una decisión excepcional, a favor del espectáculo, y no debe de convertirse en regla. En la temporada regular no pudieron ganarles a los Vaqueros, pero cinco de los seis partidos se decidieron por una o dos carreras de diferencia, lo cual indica que sus monticulistas pudieron aguantar el bateo habanista. En los 12 juegos de la postemporada conectaron para average de 281, con 11 cuadrangulares, mientras el pitcheo promedió 4,29. Hasta aquí este breve recuento de ambos contendientes. Los terrenos, el Nelson y el Sandino, dirán la última palabra.
¿Cómo jugaron entre sí?
Primer juego
Segundo juego
Tercer juego
Cuarto juego
Quinto juego
Sexto juego
29 de mayo de 2009 |
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Redacción Deportiva y Equipo de Ediciones Digitales del Periódico Granma; Estadísticas: CINID del INDER Nota:Se navega mejor con resolución de 800x600., a pantalla completa (tecla F11)
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Mucho
dependerán los Vaqueros del bate de Molinet. Foto: Ricardo López Hevia
Aledmis
Díaz decidió el jueves de la semana pasada. Foto: Freddy Pérez Cabrera.