Ofensiva fue la palabra de orden en la victoria de los
Gallos espirituanos en el siempre crucial quinto juego de la semifinal
occidental, puesta en punto de mate por los cuadrangulares de Yunieski
Gourriel y Liván Monteagudo y el eficaz relevo del derecho Noelvis
Hernández.
Se presumía un duelo de lanzadores entre Vladimir Baños y
Ángel Peña, el primero con experiencia mundialista y el segundo con una
labor sobresaliente en la temporada y los play off. Pero el terreno dijo
otra cosa y ninguno de los dos pasó de los 40 lanzamientos y cuatro entradas
de permanencia en el montículo.
Al espirituano, Tomás Valido le cazó un primer envío recto
por el centro de la zona y le sacó la Mizuno mucho más allá de los límites y
Donal Duarte –luego de un pasaporte a Peraza, el número 13 que recibe en la
post temporada -, disparó doblete con el cual remolcó dos…que pudieron ser
tres si no hubiera intentado llegar a tercera, pues Peraza no pudo pisar el
home antes.
Y al vueltabajero Baños, se le perdieron los outs en el
cuarto capítulo: Mendoza le abrió con tubey y después llegaron jits
consecutivos de Yulieski, Eriel, Cepeda y Monteagudo para decirle adiós al
box, en una entrada donde también hubo un squeeze play y un error del
relevista Yosvani Torres.
Después del jonrón del desbordado William Otaño al inicio
del cuarto inning, Juan Castro optó por sacar Peña y darle la pelota a
Noelvis Hernández, una movida acertada por cuanto el relevista se mantuvo en
la lomita seis capítulos, logrando capear un temporal en el sexto gracias a
otro pésimo corrido de bases, esta vez de David Castillo en frustrado
intento de convertir en triple un doblete.
El batazo de la tranquilidad fue obra de Liván Monteagudo,
quien se dio banquete a la primera bola lanzada por el recién llegado
cerrador Michel Martínez, un serpentinero que debutaba en la post temporada.
Hoy, en el Guillermón, la Aplanadora santiaguera ira en busca del boleto a
la final frente a los Azucareros villaclareños.