Este martes el tren santiaguero enfrenta a Villa Clara por tercera vez
Sancti Spíritus logró su segundo éxito consecutivo sobre Pinar del Río
para irse a tierras de su rival con cómoda ventaja, además de asegurar el
regreso a su patio en caso de que Pinar le pueda vencer en dos o más
ocasiones.
Nuevamente Ismel Jiménez fue el héroe de la victoria espirituana al
cubrir toda la ruta, tolerando solo una limpia a sus adversarios en un
choque muy cerrado y en el que la decisión llegó en la séptima entrada tras
una controvertida apreciación de los árbitros.
José L. Sáez actuaba de bateador emergente por Raikel Morales y en dos
strikes y dos bolas con las bases llenas, le hizo swing a una pelota que le
pegó, incluso él mismo le reclamó al árbitro que le había golpeado. El
umpire decretó el strike, pero como la bola se escapó Saéz ancló en la
inicial, permitiendo el empate de los espirituanos.
Protesta airada del mentor Jorge Fuentes que sin embargo no la hizo
oficial ante los comisarios del partido. A nuestro juicio si no fue ante las
autoridades, tal vez obedeció a que se trató de una jugada de apreciación,
es decir, si el árbitro de home apreció o no que la pelota golpeó al
bateador.
Lo cierto es que en la repetición en cámara lenta se ve claramente cómo
el bateador pasa el bate y la bola lo golpea en el muslo izquierdo y se ve
también como este le indica al oficial Felipe Casañas, que ya había
decretado el tercer strike, que la bola le ha pegado.
Esa escena está bien descrita en la regla 6.05, inciso F: un bateador es
out si le tira al tercer strike y la bola lo golpea. Eso lo saben los
jueces, pero a todas luces lo que apreciaron (en su favor, no tienen la
posibilidad de la cámara lenta ni de varias repeticiones del hecho), fue que
la bola no le pegó a Sáez.
En definitiva, esa jugada no debió producirse si el jardinero izquierdo
pinareño Jorge Padrón no hubiera fallado en su intento de alcanzar un foul
fly al que ya le había llegado, pero dio un paso más y la pelota le picó
detrás. Era el tercer out de esa entrada.
Resultado, tras el empate, el relevista Yunieski Maya dio una base por
bolas y le abrió el home a la segunda y decisiva carrera del choque.
Fue un buen partido, en el que una vez más se evidenció que esta serie de
siete a ganar cuatro no está ni por mucho decidida, pese a la importante
victoria espirituana que los sitúa al frente con dos.
Las palmas para el pitcheo de Sancti Spíritus que ha llegado a la
postemporada en muy buenas condiciones. Trabajó en cuartos de final para un
excelente promedio de 1.55 ante el Habana, y ahora en 18 entradas le ha
permitido solo una carrera a Pinar del Río, equipo que bateó en cuartos de
finales nada menos que para 385.
Con igual ventaja de dos partidos ganados llega el actual campeón,
Santiago de Cuba, a Villa Clara en una porfía en el que no se vislumbra cómo
parar al tren santiaguero, productor en los cinco juegos de postemporada de
71 carreras.
Este lunes, la postemporada solo tendrá acción en esa serie, en el
cuartel villacalreño, pues Pinar y Sancti Spíritus, estarán viajando hacia
Pinar del Río para jugar el martes.