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El béisbol no son solo números
SIGFREDO BARROS
Estoy convencido y espero que ustedes
también, de que no existe un deporte en el cual el rendimiento de sus
practicantes admita tantas variantes estadísticas como el béisbol. Quizás
por eso sea tan apasionante y provoque tan variadas polémicas, pues
prácticamente todo es susceptible de medición.
Un solo ejemplo bastar ía para sustentar esta
afirmación: en el sitio web
www.beisbolcubano.cu, el oficial de la Federación Cubana, se pueden
encontrar 54 tablas estadísticas diferentes, desde el bateo de cada jugador
contra pitchers zurdos hasta la defensiva por posiciones de los más de 500
peloteros participantes en la Serie Nacional.
Pero, ¿es el béisbol únicamente una
acumulación de números? Objetivamente no, pues una disciplina de tanta
riqueza táctica y estratégica no puede ser enmarcada en un universo
puramente estadístico, dejando a un lado un sinnúmero de elementos que lo
acompañan desde su creación.
Lo anterior se demuestra fehacientemente en
los play off de esta temporada. Pinar del Río terminó en primer lugar de
pitcheo con un formidable 2.85, el único por debajo de tres carreras
limpias. El Habana promedió al bate 261, decimotercero entre los 16
concursantes.
¿Cómo se explica entonces que en los dos
primeros partidos efectuados en el Capitán San Luis los bateadores de los
Vaqueros hayan promediado frente a los lanzadores vueltabajeros 352, con 25
imparables en 71 turnos, buenos para producir 6.5 carreras por juego?
El reverso de la medalla lo pudieron observar
todos los que estuvieron al tanto de lo que acontecía en el Guillermón
Moncada. Santiago de Cuba finalizó la etapa clasificatoria al frente en
prácticamente todos los casilleros ofensivos, a saber: promedio de bateo, de
slugging, anotadas, jonrones, total de bases (único por encima de las 1
200), etc.
Pero frente al olímpico Vicyohandri Odelín
todos sus hombres, cinco de ellos con averages superiores a los 300, fueron
dominados, al extremo de marcar dos carreras inmerecidas y sumar solo seis
indiscutibles en 31 veces oficiales, para un magro 194.
Muchas veces el béisbol es un misterio. El
eterno enfrentamiento bateador-lanzador resultará siempre un enigma: nadie
sabe qué va a suceder tras cada pitcheo, tras cada swing. Por eso, cuando
hoy salgan al terreno de los estadios José Antonio Huelga y Nelson Fernández
los cuatro equipos de la zona occidental, con sus respectivos cotejos
empatados, el béisbol seguirá demostrando que es algo mucho más que números.
29 de marzo de 2007 |