|
Temas beisboleros
Un ¡hurra! por
Víctor Bejerano
SIGFREDO BARROS
La noticia pasó un poco por debajo
del telón, quizás inmersos en los avatares de una de las Series
Nacionales más reñidas de los últimos tiempos, ocho juegos diarios y
un mar de estadísticas que, en ocasiones, amenaza con ahogarnos.
Víctor
Bejerano es desde el jueves el nuevo rey del tubey.
El pasado jueves, en el estadio
manzanillero Wilfredo Pagés, Víctor Bejerano conectó un doblete, el
número 382 de su carrera, uno más que los acumulados por otro
jugador de clase, como sin duda lo fue el zurdo capitalino Javier
Méndez.
Nada menos que 24 temporadas lleva
jugando a la pelota en nuestro clásico el modesto atleta oriundo de
Campechuela. A la edad en que otros hace mucho tiempo le han dicho
adiós al deporte activo —por lesiones, falta de rendimiento o por
cansancio—, Bejerano sigue aportando a la causa de su provincia.
Cuando se retire —nadie sabe
cuando—, el hermano de Pablo y Santiago Valerio habrá dejado tras de
si un legado de amor y entrega absoluta al deporte, digno de imitar
por las presentes generaciones, necesitadas de hombres como él para
no perder el rumbo de lo que debe de ser un deportista en nuestro
medio.
Callado, enemigo del autobombo y
de la complacencia, Bejerano comenzó esta XLVI Serie con números
impresionantes: 2 107 jits, 248 cuadrangulares, más de mil carreras
impulsadas y más de mil anotadas. Ha sido un baluarte de Granma a
través de más de dos décadas, presente en cada uno de los triunfos
de los Alazanes.
Ahora es el rey del tubey, un
batazo que constituye una expresión de poder. 382 dobles, para los
cuales necesitó pararse en el home más de 8 mil veces. Por eso, bien
vale la pena un ¡hurra! Por Víctor Bejerano.
|