XLVI Serie Nacional de Béisbol. Cuba, 2006-2007

Temas beisboleros

Michel busca otra corona

SIGFREDO BARROS

Michel sigue encaramado en los 400.

Ya pasamos del primer tercio y la XLVI Serie Nacional de Béisbol va rauda y veloz hacia su mitad inicial, con una fiera disputa entre varios equipos por entrar en la fase de play off, el ahora o nunca de todo torneo, en la cual todo se decide.

Pero el béisbol no es solo lucha colectiva por la conquista de un galardón, de un título preciado como ningún otro en nuestro medio. Es también porfía por ganar uno de los múltiples casilleros individuales en las áreas de bateo, pitcheo y defensa, factores importantes a la hora de integrar un Todos Estrellas o una selección nacional.

Por esa razón, ganar un título de bateo es siempre un palmarés importante en la vida deportiva de cualquier jugador. El bateo es una ciencia, sentenciaba hace muchos años un virtuoso como Ted Williams, apoyado en un minucioso estudio de los muchos detalles que resultan necesarios para conectar una pelota hacia tierra de nadie.

El pasado año, un modesto atleta de la Isla de la Juventud, miembro del equipo Cuba desde principios de este siglo, sentó pauta al destronar a un hombre ganador de cinco coronas.

Michel Enríquez no creyó en la potencia del tunero Osmani Urrutia y, sin desmayar, bateó como nadie hasta convertirse en el primer pelotero pinero campeón de bateo en una Serie.

Creo que nadie mejor que el propio Urrutia para ofrecernos una visión de Michel: "Es un tremendo bateador. Tiene muy buena vista, no se va con bolas malas ni tampoco hace swines grandes buscando las cercas, sino que se concentra como nadie para dirigir la pelota del centro hacia la parte derecha del terreno. Sí, como no, él tiene muchas posibilidades de volver a ganar el campeonato de bateo. Yo haré lo mío, pero le deseo mucha suerte".

La definición del Leñador Mayor no pudo ser mejor. Si usted observa con detenimiento las estadísticas de por vida de Michel se dará cuenta inmediatamente de que se trata de un chocador de bola, un hombre de mucho tacto que recibe m·s bases por bolas que ponches.

A pesar de su juventud —cumplirá 28 años el próximo 11 de febrero—, ya tiene historia en nuestro béisbol. Estableció una marca de 35 dobletes que duró seis años, hasta los 36 conectados por el granmense Yordanis Samón el pasado año. Y tiene el enorme mérito de haber ocupado la posición que defendió magistralmente Omar Linares durante años, reemplazándolo durante la Copa Mundial de Taipei de China, en el 2001.

Faltan todavía más de 50 partidos para llegar al final de la etapa clasificatoria. Resta un largo camino por recorrer. Pero Michel Enríquez está dispuesto a defender en el terreno la corona que ganó contra viento y marea en la pasada temporada.

 

MICHEL EN CIFRAS

VB C H 2B 3B HRS IMP BB K AVE

9 Series

3 103

629

126

221

13

97

501

443

284

363

46 Serie

88

13

38

7

0

1

11

9

4

432

 

 

 

 

   

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