XLVI Serie Nacional de Béisbol. Cuba, 2006-2007

Temas beisboleros

Se toca poco... y se roba menos

SIGFREDO BARROS

Se escucha por doquier desde que comenzó la XLVI Serie Nacional de Béisbol: ¡han desaparecido los jonrones! ¡La pelota no bota! Es cierto, aunque hasta los juegos del pasado martes 9 ya los cuadrangulares sumaban 206 en 217 partidos, a un promedio cercano al bambinazo por desafío, 0.95 para ser exactos.

Pero lo que nadie —o muy pocos—, se preguntan es si la cantidad de toques de bolas y de bases robadas está en íntima correspondencia con un béisbol en el cual la velocidad tiene que ser un factor esencial en la ofensiva, ahora que el bate de aluminio desapareció y el pitcheo al cual nos enfrentamos internacionalmente es superior.

Se nos ocurrió a un "diletante" de las estadísticas, como Carlos del Pino, y a este redactor buscar cuál es la cantidad de carreras anotadas, bases robadas, toques de bolas (identificados en la tabla como SH, es decir sacrificios de hit) y jonrones de cada uno de los 16 equipos de la presente justa, actualizado hasta el martes 10.

A simple vista, sin un análisis ulterior, llama la atención que hasta el momento hay 16 bases robadas menos que jonrones conectados, 190 por 206, y seguramente la pregunta de todos ustedes sería: ¿Qué es más difícil, robar una almohadilla o conectar un batazo más allá de los límites? Pero, además, ¿cómo es posible que el equipo más joven de la justa, Matanzas, con 22.6 años de promedio, sea uno de los dos que menos bases roba, 5 en total?

Pasarán muchos años antes de ver a otro estafador de bases como Enrique Díaz.

Pudiera parecer que 264 toques de bola son bastantes. Pero cuando se les divide entre los 217 juegos jugados hasta el martes, el promedio es de 1.22 por desafío y 0.61 por equipo, o sea, los conjuntos de la XLVI Serie ponen en práctica el sacrificio de hit en uno de cada dos juegos.

Es cierto que el toque de bola ha caído en desuso en el béisbol moderno, consecuencia de la utilización de una pelota más viva, estadios de menores dimensiones y jugadores con un fenotipo superior. Pero, por ejemplo, en la pasada temporada de Grandes Ligas un equipo como los Rockies de Colorado conectó 157 cuadrangulares en 162 partidos y tocó la bola en 119 ocasiones.

Nuestros peloteros han aumentado los percentiles de peso y talla en los últimos años, producto de una mejor alimentación y un entrenamiento más científico. Pero eso no quiere decir que salgamos a la arena internacional a buscar carreras con un swing grande. Si algo llama la atención del pelotero latino en general, y del cubano en particular, es la astucia, la capacidad de improvisación ante una situación determinada. El robo de bases y el toque de bola para adelantar a un corredor son dos elementos muy importantes que resulta imprescindible rescatar.

EQUIPO

CA

BR

SH

HRS

CAV

129

7

17

17

CFG

98

6

23

22

CMG

124

13

15

8

GRA

153

27

7

18

GTM

96

8

23

12

HAB

124

8

23

13

HOL

99

9

18

11

IJV

141

12

13

7

IND

115

24

14

12

LTU

150

11

16

18

MET

75

13

20

10

MTZ

76

5

19

10

PRI

108

4

7

12

SCU

152

13

13

14

SSP

140

13

22

12

VCL

101

17

14

10

Totales

1891

190

264

206

Estadísticas: Carlos del Pino

 

 

 

 

 

 

 

 

 

   

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