Oscar Sánchez
Industriales ganó el importantísimo quinto juego de la
final cubana de béisbol frente al campeón defensor, Santiago de Cuba, y se
acerca a su oncena corona en Series Nacionales, pues una victoria más de los
azules y los santiagueros tendrían que entregar la diadema del más preciado
título del deporte en el país.
Un Maicel Díaz sin mucho en la bola, pero con un buen
control en los primeros cuatro capítulos del choque guió a la nave del
timonel Rey Anglada por aguas tranquilas y con ventaja de 2-0 desde la
segunda entrada por tubey del máscara Frank Camilo Morejón y sencillos
consecutivos de Tabares y Enrique Díaz. Sin embargo, si la nave comenzó a
hacer agua, fue justamente porque perdió esa cualidad de poner la bola donde
quería en la quinta entrada, en la cual concedió tres boletos y fue
castigado por José Julio Ruiz, quien le empujó tres de las cuatro que
Santiago hizo en ese episodio para tomar ventaja.
Sin
embargo, los dueños de casa hicieron estallar las tribunas del
Latinoamericano con un racimo de seis anotaciones en la baja del quinto, las
primeras dos —las del empate—, por el segundo jonrón en la final del segunda
base Rudy Reyes, hoy sin dudas la bujía inspiradora del conjunto de la
capital. En ese inning, Industriales disparó dos cohetes más, incluyendo el
doblete de Alexander Mayeta, lo cual se sumó al descontrol del relevista
Alberto Bicet, quien regaló dos transferencia consecutivas para abrir el
plato en igual número de veces a sus rivales. Para colmo, un error del
segunda base Héctor Olivera trajo dos más para el home.
Con el juego 8-4, Odrizamen Despaigne se encargó de la
lomita azul y camino sin contratiempos hasta el noveno, en el que los de
Santiago sacaron a relucir ese indómito carácter para fabricar tres al
aprovechar el descontrol del joven serpentinero que envió dos corredores a
circulación (uno por base y otro por boleto) y luego aceptó dos jits, uno de
ellos el doble de Alexander Bell, impulsador de dos carreras.
Sí el desafío no se le complicó a los Industriales fue
porque Santiago de Cuba no solo jugó mal a la defensa, sino que en ese
noveno acto fue pésimo en el ataque. Primero, con dos hombres en
circulación, Reutilio Hurtado dio por foul una bola que aún no había salido
e ingenuamente fue puesto out en primera. Con hombre en tercera y segunda y
dos outs, Alexander Bell pegó larga conexión entre el central y el derecho,
colocando la pizarra 10-7, pero quiso correr más que la pelota y llegar a
tercera, donde lo frieron por la exactitud de la defensa de Industriales en
un perfecto tiro relevo del jardinero izquierdo a segunda base a tercera.
Lo cierto es que Industriales se despidió por lo alto de
su afición en su último juego en el presente campeonato y tiene a Santiago
de Cuba contra la pared con todo y que este jugará en casa durante martes y
miércoles próximos. Para el primer día tiene listo al experimentado Norge L.
Vera, un hombre con 30 ceros colgados de forma consecutiva a los azules en
series por el título. Otra opción sería el olímpico y pitcher del I Clásico
Mundial, Ormari Romero, quien parece recuperado de su lesión en la espalda.
Industriales en cambio debe depender del derecho Frank
Montieth, el mismo hombre que abrió y perdió el tercer desafío en el
Latinoamericano.