Superclásico llega al Latino empatado

En Santiago casi no vimos el sol

SIGFREDO BARROS

SANTIAGO DE CUBA.—Nunca antes habíamos visto llover tanto en Santiago de Cuba. Fueron casi 72 horas de continuo diluviar, al extremo de que casi no vimos el sol, en una ciudad cuya tarjeta de presentación es la omnipresencia del Astro Rey y la conversación obligada de todos sus habitantes el calor extremo, en ocasiones con temperaturas hasta de 35 grados.

Esto motivó alteraciones en la finalísima por el título entre el actual campeón, Santiago de Cuba, y el retador Industriales, al extremo de no poderse jugar el jueves y dar por terminado el desafío del viernes transcurridas seis entradas. Y alargar el descanso de ambos conjuntos, ¿en beneficio o en perjuicio?

A Rey Anglada el día de asueto extra le vino bien: no olvides que jugamos al máximo frente a la Isla y Sancti Spíritus, doce juegos en total y contra la pared en ambos casos. A Pacheco no le vino mal: siempre es mejor ganar una semifinal en cuatro juegos. Este equipo tiene una preparación excelente y mientras esperábamos al rival jugamos partidos entre nosotros.

Montieth, Bicet, Rivera y Deinys han sido los abridores de los dos primeros desafíos. La historia sería otra si Ormary Romero y Yadel Martí —las principales cartas de ambos equipos—, no estuvieran lesionados. ¿Cuál es el estado actual de ambos estelares?

Según el doctor Francisco de los Santos, el médico de los indómitos, Ormary tiene una inflamación en el músculo deltoides del hombro derecho. Ha respondido bien al tratamiento indicado. Pudiera lanzar en el Latino.

Al decir de Anglada, minutos antes del primer juego, tenemos noticias de que a Yadel se le hizo un ultrasonido que dio negativo, es decir, no tiene lesión. Pudiera trabajar en La Habana.

¿Tendremos entonces un duelazo entre dos de los lanzadores cubanos de mejor comportamiento en el Clásico Mundial? Ojalá, pero no será mañana, pues el domador de los Leones tendrá a Maicel Díaz como abridor y el colmenero de las Avispas debe de estar pensándolo bien, pues ha tenido la suerte a las espaldas, luego de la dolencia de Ormary y la de Cintra, a última hora, cuando se disponía a abrir el segundo juego.

El partido del viernes fue atípico, pues nunca la diferencia entre ambos ha sido tan desproporcionada. El choque sabatino si resultó digno de una final, con un jonrón dramático de Ronnier Mustelier, sin duda el pelotero inspiración de los santiagueros, y un excelente relevo del zurdo Albert Carrión, además de buenos fildeos por parte de Benavides y Castellanos y un gran esfuerzo tanto de Deinys Suárez durante 9 capítulos como de Félix Rivera, un serpentinero que ya está listo para escalar posiciones, siempre útil y efectivo.

El Superclásico llega al Latino empatado. Hay que ganar tres de cinco y ninguno quiere ceder. Si en Santiago vimos multitudes bailando a ritmo de conga, en el Coloso del Cerro veremos a miles arrastrando los pies tras la rumba y haciendo la ola.

El béisbol, ¿quién lo duda?, es toda una fiesta.

Redacción Deportiva  y Equipo de Ediciones Digitales del Periódico GranmaEstadísticas: CINID del INDER
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