No hay duda de que la temporada beisbolera de este 2006 pasará a la
historia. Primero presenciamos un Clásico Mundial que mantuvo en vilo a todo
el país. Y desde hoy, Cuba vibrará con el que todos consideran el
Superclásico de la pelota cubana: Santiago de Cuba vs. Industriales.

De menos a más fueron volando las Avispas de Antonio Pacheco. A mitad del
torneo parecía que se quedaban fuera de los play off. Pero, como equipo
grande que es, levantaron presión y, tras un traspiés ante Ciego de Ávila,
barrieron con toda oposición ganando siete juegos en línea para revalidar la
condición de monarcas orientales.
Con un mentor Capitán de Capitanes no por gusto, los indómitos sacaron
fuerzas de flaquezas para, —a pesar de las ausencias de Norge Vera y Danny
Betancourt, además de la reciente lesión de su torpedero regular, Luis
Miguel Navas—, imponer su nivel de juego, superior al del resto de sus
adversarios. Desde Meriño hasta Alexander Bell, pasando por Mustelier, Pedro
Poll, Reutilio y el novel José Julio Ruiz, todos halaron parejo para llevar
a la nave santiaguera a puerto seguro, en espera de sus rivales.
La historia de los Leones de Anglada es algo similar. Un slump en los
finales amenazó seriamente sus posibilidades y le impidieron ganar su grupo.
Luego, en cuartos de finales, estuvieron al borde de la eliminación frente a
la combativa Isla, antes de reaccionar y ganar tres partidos consecutivos.
Después, una semifinal de siete juegos ante unos Gallos que tienen espuelas,
los cuales también los pusieron a un paso del abismo. Y, de nuevo, dos
triunfos a hilo, cuando casi todos les auguraban regresar cabizbajos a su
cuartel.
Con dos equipos de semejante capacidad de reacción resulta imposible
aventurar un pronóstico. Cuando caen, consiguen levantarse y aniquilar a sus
adversarios. Así han sido, así son Santiago e Industriales.
Los dueños de casa —apoyados por la multitud que abarrotará el
Guillermón— tienen la ventaja del descanso. Todo su cuerpo de pitcheo se
halla listo y su principal abridor, el olímpico Ormary Romero, estará en el
montículo. Los visitantes acaban de finalizar una batalla campal y sus
serpentineros acumulan cansancio. No obstante, el mundialista Frank Montieth
trabajó el pasado jueves y podrá escalar la colina con cinco días de asueto.
En la temporada regular de la XLV Serie santiagueros y capitalinos
finalizaron empatados a tres victorias, con marcadores sumamente parejos:
4-2, 4-3 y 3-2 para los Leones y 3-1, 8-6 y 4-3 para las Avispas. Frank
Montieth ganó dos partidos, mientras por los campeones nacionales los
triunfos estuvieron repartidos entre Ormary, Ángel Puig y Bicet. Santiago
anotó 22 carreras con 48 jits y 8 errores, por 21-47 y 7 Industriales. ¡Más
parejo no pudo ser!