Tradicionalmente, en estos 45 años, Camagüey ha sido cuna de excelentes peloteros, muchos integrantes de las filas del equipo Cuba a Juegos Olímpicos, panamericanos, centroamericanos y campeonatos mundiales.

Si se habla de un pitcher supersónico todos recuerdan a Juan Pérez Pérez. Cuando de buenos bateadores se trata acuden a la memoria los nombres de Miguel Cuevas, Felipe Sarduy, el trágicamente desaparecido Miguel Caldés. Al mencionar buenas combinaciones alrededor de la segunda almohadilla, a nadie se le olvida los nombres de Luis Ulacia y Sergio Quesada. Todos tienen en común el ser oriundos de la tierra del Mayor.

Pero esto ha cambiado en los últimos cuatro años. Las pruebas están a la vista. Observen detenidamente la tabla estadística que acompaña este trabajo —confeccionada, ¡vaya casualidad!, por un agramontino, Carlos del Pino— que demuestra cómo esta selección ha caído en picada.

Si en la 40 Serie Camagüey ganó más de 50 juegos y llegó a los play off, después no ha jugado para 500, perdiendo más de lo que gana. El pasado año tocó fondo: solo 35 éxitos. Los agramontinos están en el lugar once entre los 16 equipos de la Serie Nacional desde el 2001 hasta la fecha, por debajo de Holguín.

Ya no cuentan con los inapreciables servici os de Ulacia y Caldés. De buenas a primeras se vieron privados de un l anzador que prometía convertirse en un ganador consistente, el olímpico Omar Luis. Y también es verdad que la estrategia, a corto y a largo plazos, no rinde sus frutos. Se apuraron un poco en prescindir del cerrador Raúl Reyes (todavía lanza con Holguín) y de un bateador como Lázaro Ortiz. Aún no cuentan con un buen tirador zurdo desde los tiempos de Buenafé Nápoles. Y algunos representantes de la nueva generación, como William Luis, no acaban de dar la talla.

Pese a todo, Camagüey tiene para más. Dos bateadores zurdos con experiencia mundialista como Chapellí y Anderson no abundan. Mario Denis, Yusquiel García y Alex Ayala son buenos jugadores de cuadro. Otro zurdo, Norberto Concepción, y un receptor con experiencia como Lázaro O’Farrill completan un seleccionado cuyo pitcheo no es de segunda, con prospectos como el zurdo Elier Sánchez, Yormani Socarrás —integró la preselección a Holanda—, y un veterano, Luis Campillo, cercano a las 100 victorias.

Si el olímpico Vicyohandri Odelín se recupera de sus dolencias en el brazo, el mentor Leonel Moa (otra de las figuras emblemáticas de esta región) tiene para aspirar, al menos, a jugar para 500. Falta que le haría a la 45 Serie Nacional un equipo Camagüey con garra para luchar por llegar a los play off.

14-dic-2005