Temas beisboleros

Lo primero: la victoria

SIGFREDO BARROS

A pesar de haber visto la luz hace más de un siglo, el béisbol sigue siendo un deporte que mantiene incólumes algunos de los elementos que lo distinguen. Uno de ellos es el ser una especialidad de nueve posiciones muy bien definidas, cada una con sus diferencias. Y, de todas, hay una que sobresale por su capital importancia: el lanzador.

Nada comienza en un juego hasta que el pitcher suelta la bola. Mientras esto no suceda, sencillamente no hay jugada. Por esa razón, especialistas consideran que la decisión más importante de un mentor en cada partido es quien será su abridor.

Con el desarrollo de las estadísticas, cada vez son más los parámetros a medir, los cuales aumentan las posibilidades de estudiar el rendimiento de cada jugador. En cuanto a los serpentineros, las discusiones sobre si es más importante la cantidad de victorias o el promedio de carreras limpias son infinitas. Nadie se pone de acuerdo.

Sin pretender sentar pautas —y respetando la opinión de todos—, soy del criterio que ningún pitcher del mundo se para en el box pensando en el PCL que pueda tener al finalizar el juego. Todos, absolutamente todos, piensan en la victoria como lo más importante. Y, por consiguiente, el promedio de ganados y perdidos se torna un elemento a tener muy en cuenta a la hora de medir el rendimiento.

La relación de lanzadores reflejados en la tabla estadística que acompaña este trabajo muestra los hombres que están activos en nuestro béisbol y que cosechan un promedio por encima de 400, es decir 4 victorias de cada 10 salidas. Internacionalmente se afirma que ganar uno de cada dos (un average de 500) es más que satisfactorio, muy especialmente en este béisbol moderno donde la ofensiva se ha ido por encima, con bateadores más fuertes, mejor entrenados y mejor equipados (casco protector, rodilleras, muñequeras, bates de más calidad, pelotas más vivas, etc).

Varias sorpresas saltan a la vista. Una de ellas es la presencia del capitalino Jorge Luis Machado, un lanzador que nunca ha tenido la oportunidad de integrar un equipo de lo que llamamos "grande", pero cuya efectividad de 664 considero asombrosa, demostrando que no hay necesidad de competir contra el velocímetro para llevarse el triunfo en un partido.

También llama la atención que en la relación de más de 20 nombres, solo cinco son zurdos: Faustino, Rubén Rodríguez, Palma, Garro y Luis Felipe, lo cual es un llamado a la búsqueda de más tiradores de esa mano, sumamente ganadores en el béisbol de cualquier latitud.

Al mismo tiempo, muchos de ellos son hombres con más de 10 Series Nacionales en su haber, veteranos que pasan de los 30 y los 35 años y, sin embargo, aún conservan la suficiente entereza de espíritu para continuar aportando a sus respectivos equipos. Sobresale el pinero Carlos Yanes, el pitcher con mayor cantidad de decisiones en nuestro béisbol y más de 3 000 innings trabajados, sin desmayar, a pesar de haber lanzado con equipos sotaneros una buena parte de su brillante carrera.

Quizás muchos de ustedes piensen que con este comentario le rindo un homenaje a todos los nombrados en la tabla. Tienen razón: lanzar hoy en día es sumamente difícil. Ganar, mucho más. Y en el béisbol —como en todos los deportes—, la victoria será siempre lo más importante.

— 21 dic 04

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