Error de siete carreras obliga a regresar a Santiago
Yuileski se viste de héroe e iguala la final a dos victorias por bando
Oscar Sánchez
Una
excelente labor del lanzador zurdo Yulieski González y un octavo inning que
premió el esfuerzo del Habana por anotar empataron la serie final por el
título de campeón del béisbol cubano, con lo cual ya está forzado al menos
un sexto desafío en Santiago de Cuba el próximo martes.
Fue un partidazo el de anoche entre habaneros y santiagueros que durante siete entradas llenaron de ceros la pizarra del parque habanista Nelson Fernández. Un viejo refrán beisbolero se cumplió: los juegos de este tipo se deciden por un jonrón o por un error.
Y resultó la segunda la condición que selló el choque, aunque a decir verdad, para que un desliz decida tiene que haberse creado una situación de peligro, y eso fue lo que hizo el Habana, otra vez certeramente conducido por su mentor Esteban Lombillo.
Es cierto que si el segunda base santiaguero Héctor Olivera no tira mal a home en el octavo con las bases llenas, ese capítulo quedaba en cero carrera, pero también es mucha verdad que si el mentor no ordena el toque de bola a su tercer y cuarto bates (los hombres que más deben producir en un conjunto), no hubiera repletado los ángulos para crear la compleja circunstancia en la que sobrevino la marfilada, que costó nada menos que siete anotaciones.
Pero
si bien el refrán citado encontró cupo en este cuarto encuentro, otra célebre
frase del argot beisbolero, cuando se pierde lo pierde el director y cuando se
gana lo ganan los peloteros, sufrió un duro golpe, pues Lombillo acertó con el
toque de sacrificio, convertido en jit de su tercer hombre (aprovechando las
dotes de primer bate por mucho tiempo del hoy veterano de 39 años Luis I.
González), y la misma orden a su cuarto madero, que lo hizo de maravillas,
obligando a la dirección santiaguera a llenar las bases para buscar el segundo
out en home.
Y si decíamos que el octavo premió el esfuerzo del Habana por anotar es que desde el segundo episodio lo intentó, pero le pusieron out en home a un corredor; insistió en el sexto con dos jits, y nada; volvió a la carga en el séptimo con hombres en primera y tercera, también sin resultado. En las dos últimas ocasiones embasó a su primer bateador, igual que en el decisivo octavo acto, en el cual, además, de la pifia de Olivera, el pitcheo relevo de los indómitos no pudo cumplir su cometido.
En definitiva, tras el costoso error, vinieron cuatro jits y una base intencional que redondearon el racimo de siete.
Sin embargo, también todos los choques tienen un héroe, y ese sin dudas fue el zurdo Yulieski González, quien con certera bola rápida, mucha efectividad en su cambio de velocidad y en una especie de screwball, contra bateadores derechos, logró parar en seco a un Santiago de Cuba que en las dos salidas anteriores había hecho trizas al pitcheo habanero, a tal punto que en 14 entradas anotó 25 carreras y pegó 39 jits, logrando así dos KO beisboleros (ventaja de 10 en menos de ocho entradas).
A Yulieski en siete episodios solo pudieron pegarle dos jits, uno de ellos triple de Alexander Bell abriendo el quinto, inning en el que se creció para dar un cero de leyenda. Ponchó a siete y regaló tres boletos. Su dominio fue creciendo a medida que avanzó el desafío, tanto que Bell fue el último que le entró en circulación por lo que terminó retirando a los siguiente 12 rivales a quienes se enfrentó.
Osmel Cintra fue un digno rival, que durante siete capítulos mantuvo a raya a sus adversarios, pero en el séptimo, pese al escón fue forzado a trabajar en exceso y tras abrir el octavo con boleto, fue sustituido por Alberto Bicet, quien no podo concluir al dar paso a Félix Rivera.
Hoy se celebrará el quinto y mítico partido. La historia de las series finales de siete a ganar cuatro arrojan que en la inmensa mayoría, el ganador de ese encuentro resulta campeón. Para tan importante duelo, el director santiaguero Antonio Pacheco anunció al derecho Danny Betancourt, su primer abridor durante el campeonato, pero que no ha podido vencer en la postemporada, mientras Lombillo enviará a Jonder Martínez, quien en esta final ya tiene una victoria y una derrota.
10 de abril de 2005