|
|
...Noticias / Viernes 22 de febrero...
Crítica y creación en Angola: cuestión de
tiempo
Madeleine Sautié Rodríguez
Un seguimiento constante de los firmes pasos
que en pos de la cultura empieza a dar su país, constituye
una de las divisas de este intelectual, graduado de Historia
del Arte en Cuba y agregado cultural en la embajada de
Angola en España. Sobre estos retos que deberá vencer esta
nación en materia cultural, y específicamente en la historia
de la ensayística angolana, versaron sus disertaciones. En una apretada síntesis resumió los cuatro
grandes periodos de la literatura angolana (precolonial,
colonial, anticolonial y poscolonial) y recordó que en sus
inicios fue este medio comunicativo una de las expresiones
simbólicas y creativas de los movimientos de liberación
nacional. Citó al escritor Carlos Ervedosa, autor,
entre otros títulos, de La Literatura angolana: reseña
histórica, obra en la que se encuentran los primeros
rastreos rigurosos de la descripción de las letras y la
oralidad de ese país, y destacó la importancia que
desempeñó, después de la independencia en 1975, la creación
de la Unión de Escritores Angolanos, que propició el
surgimiento de revistas y suplementos culturales que serían
los principales espacios de legitimación para publicar
aproximaciones a la crítica. Atendiendo a las posibilidades del necesario
desarrollo de esta disciplina en el actual escenario
angolano, dijo a Granma que en su opinión "son muchas
porque cuando se gradúen los filólogos en la joven Facultad
de Artes y Letras, que lleva solo cuatro años de creada,
muchos de estos especialistas se ocuparán de esa rama de la
literatura. Todo está en proceso de formación, pero es muy
necesaria porque hay un corpus literario de autores
cuyas obras no fueron estudiadas ni traducidas a otras
lenguas y es imprescindible hacer referencias y estudios
sobre ellos. Yo mismo, si empezara ahora, estudiaría letras
para ocuparme de la crítica". También fueron bien abordados Los
desafíos de la creación literaria, cuyos comentarios
estuvieron a cargo de José Luis Mendonza, una de las más
altas voces de la "nueva generación", denominación con la
que se designó al grupo de jóvenes que comenzó a "despertar"
la literatura en los años ochenta. Se refirió al carácter universal que tienen
los desafíos para crear literatura. "Ser un intelectual
ética y moralmente comprometido con la sociedad en que vive
y con los problemas de su época, una especie de reserva
moral de la sociedad", fue uno de los que con más convicción
quedaron defendidos. |