|
|
...Noticias / Viernes 22 de febrero...
Criador de escritores
MADELEINE SAUTIÉ RODRÍGUEZ
La primera vez que visitó Cuba lo hizo para
participar en la entrega del Premio Internacional Julio
Cortázar, estancia que aprovechó para impartir una
conferencia magistral sobre el autor de Rayuela, de
quien escribió en 1998 una biografía que ha enriquecido
recientemente. Ahora la razón de su presencia en la Isla es
la presentación en la Feria Internacional del Libro de su
novela Criador de palomas, rubricada con el sello
Arte y Literatura. Poco antes de la velada conversó con
Granma. ¿Qué pesa más, el poeta o el narrador? "Todo, porque yo considero que toda la
escritura es poética. La primera novela que escribí,
Criador de palomas, que se acaba de publicar aquí,
inicia lo que yo llamo la saga de Algarrobo, que es un
pueblo mitad imaginario, mitad real, porque está lo que yo
viví en mi infancia". ¿Qué formas adopta la poesía en esta novela? "Hay un lenguaje poético. Yo soy un lírico
que cuenta historias, intento fundir la poesía con la
narrativa y elaborar una narración poética, el que lea la
novela se dará cuenta". ¿Qué papel le confiere al trabajo del editor
en la literatura? "Una cosa es editar una revista por vocación
literaria, y otra es ser un editor comercial en un país
capitalista, donde lo que persiguen las empresas es el
beneficio material y económico, y donde lo cultural y
literario pasa a un segundo plano". ¿Cuánto de Mario hay en Criador... ?
"Hay bastante, de mi vida, de mi infancia y
adolescencia. Todo texto de creación y de ficción son en
cierta medida autobiográficos; y la he elegido porque ha
querido la vida que a partir de su aparición este haya sido
el relato más gustado, más leído y comentado". ¿Qué ha significado ser el biógrafo de
Cortázar? "La biografía ha sido muy bien recibida,
acabo de hacer una reedición ampliada y comentada y con un
nuevo prólogo. Me ha ido convirtiendo en una especie de
especialista de Cortázar. Bueno, yo lo enseño desde hace
décadas. Y muchas satisfacciones, me interesa mucho su
narrativa, su cuentística sobre todo". ¿Qué rasgos de la narrativa cortazariana
usted cree que no deben faltar en las nuevas generaciones de
escritores? "El cuidado de la forma, y saber que uno
está escribiendo literatura. El cuidado del lenguaje y la
búsqueda. Él era, sobre todo, un gran perseguidor y eso en
un artista me parece poco visto y fundamental. Cuando él
encontraba una fórmula, aunque le trajera grandes
resultados, buscaba otra cosa, y perseguía otros riesgos, y
arriesgarse en otras búsquedas lo conducía a veces a los
fracasos. Pero esto lo he visto en pocos grandes artistas.
En general, los escritores cuando encuentran una fórmula de
éxito la repiten hasta el cansancio". ¿Qué puntos de contacto tienen para usted
escribir e impartir clases? "Eso es interesante porque en general la
mayoría de los docentes en Argentina, o en Francia, donde
también ejercí la docencia, no vienen de la literatura, sino
de la pedagogía, la cual han elegido como carrera, en este
caso la enseñanza de literatura, pero no vienen de la
escritura y mucho menos de la escritura poética y de
ficción. Así que a mí me parece que eso es esencial para
enseñar porque los estudiantes, al menos en mi caso, reciben
la enseñanza crítica de alguien que participa en la
producción del texto. Creo que eso puede ser un plus. Estoy
llevando talleres de escritura en la Biblioteca Nacional
desde hace ya diez años, vienen médicos, abogados, amas de
casa, y disfruto mucho el enseñar teoría y práctica de la
literatura a gente que quiere escribir, producir textos". ¿Se considera entonces un criador de
escritores? "Buena idea esta, no se me había ocurrido,
yo creía que era un criador de palabras, pero creo que
tienes razón. Es probable. Ojalá pueda dar nacimiento a
muchos escritores". |